Hoy 5 de julio entra en vigor la nueva Ley de Salud Sexual e Interrupción Voluntaria del Embarazo, que permitirá el aborto en las primeras catorce semanas de gestación y hasta la semana 22 en caso de problemas graves para la madre o el feto. Un día, para algunos, en que la humanidad ha conseguido un derecho y para otros un lunar negro en nuestra historia ya que no se valora lo más mínimo el derecho a vivir, porque el derecho a decidir, lo que sea, estará por encima de la propia vida. La nueva ley recoge la posibilidad de abortar sin consentimiento paterno de las menores entre 16 y 18 años de edad, la composición de un comité clínico que analizará los casos de aborto si han pasado de las catorce primeras semanas y la preferencia del sistema sanitario público sobre las clínicas acreditadas para la práctica de la interrupción del embarazo. Las menores de 16 años tendrán que informar a sus padres si quieren abortar, acreditar con un "papel" ante el médico que han cumplido con este requisito y acudir acompañadas de un tutor a la intervención. En caso de que se alegue conflicto familiar, el médico deberá poner por escrito que su miedo está fundado, para lo que podrá pedir informes psicológicos si lo considera oportuno. Una ley aprobada por "progresistas", esos que alegan defender a los más desfavorecidos se han olvidado de que los más débiles, de los indefensos, que en este caso son esos pequeños que tienen todo el derecho del mundo a vivir. Todo un entramado, que por ambiguo, pretende facilitar que el bebé no nazca, amparándose en argumentos tales como que la defensa de la decisión de la madre está por encima de todo, incluso de la vida. Hecho gravísimo cuando hablamos de menores, porque estas mismas menores tienen que presentar una autorización paterna para poder salir del instituto o acudir a una actividad extraescolar, pero a la hora de abortar basta un "papel" del médico pro abortista para que los padres ni se enteren. Una ley que no va a ayudar en nada a nuestras mujeres adolescentes y si no a medir contaremos.
Hoy 5 de julio entra en vigor la nueva Ley de Salud Sexual e Interrupción Voluntaria del Embarazo, que permitirá el aborto en las primeras catorce semanas de gestación y hasta la semana 22 en caso de problemas graves para la madre o el feto. Un día, para algunos, en que la humanidad ha conseguido un derecho y para otros un lunar negro en nuestra historia ya que no se valora lo más mínimo el derecho a vivir, porque el derecho a decidir, lo que sea, estará por encima de la propia vida. La nueva ley recoge la posibilidad de abortar sin consentimiento paterno de las menores entre 16 y 18 años de edad, la composición de un comité clínico que analizará los casos de aborto si han pasado de las catorce primeras semanas y la preferencia del sistema sanitario público sobre las clínicas acreditadas para la práctica de la interrupción del embarazo. Las menores de 16 años tendrán que informar a sus padres si quieren abortar, acreditar con un "papel" ante el médico que han cumplido con este requisito y acudir acompañadas de un tutor a la intervención. En caso de que se alegue conflicto familiar, el médico deberá poner por escrito que su miedo está fundado, para lo que podrá pedir informes psicológicos si lo considera oportuno. Una ley aprobada por "progresistas", esos que alegan defender a los más desfavorecidos se han olvidado de que los más débiles, de los indefensos, que en este caso son esos pequeños que tienen todo el derecho del mundo a vivir. Todo un entramado, que por ambiguo, pretende facilitar que el bebé no nazca, amparándose en argumentos tales como que la defensa de la decisión de la madre está por encima de todo, incluso de la vida. Hecho gravísimo cuando hablamos de menores, porque estas mismas menores tienen que presentar una autorización paterna para poder salir del instituto o acudir a una actividad extraescolar, pero a la hora de abortar basta un "papel" del médico pro abortista para que los padres ni se enteren. Una ley que no va a ayudar en nada a nuestras mujeres adolescentes y si no a medir contaremos.
Comentarios
De todos modos es un tema bastante serio y no quiero quitar ni dar la razón a nadie, hay quien piensa que "eso" todavía no es nada, otros pensamos diferente, que ya tiene vida y bueno, ¡La polémica está servida!