El tráfico en Tamaraceite

Por Pedro Domínguez Herrera

Hace años se viene diciendo lo mismo, que el caos circulatorio que se va dar cuando empiecen las actividades mercantiles de Tamaraceite sur va a ser insoportable. Se ha dicho que una solución sería circunvalar, unir con Siete Palmas, Las Perreras, Los Frailes y Los Giles, para evitar las concentraciones de tráfico que se van a dar, sobre todo en la rotonda de Los Frailes. Esto sería empresa del Gobierno de Canarias, del Cabildo y del Ayuntamiento…

Puestos a pensar ¿por qué sucede siempre lo mismo? Se crea el problema para que lo solucionen después los demás, a costa del sacrificio del ciudadano, o es que las mentes preclaras que miran para el futuro están atrofiadas por oscuros intereses. El Cabildo, el Gobierno de Canarias… deben acometer con urgencia alguna solución a lo que va a acontecer en estas latitudes, donde es de crueldad administrativa, a sabiendas de que ya mismo no se puede circular sin un caótico embotellamiento. Principalmente en la rotonda de Los Frailes, en horas de trabajo y de colegios. A estos iluminados que prevén y regulan el tráfico, no se les ha ocurrido recorrer la zona y ver la cantidad de coches que hay, que son en su mayoría de matrimonios jóvenes, quienes serán los mismos que irán a “pasear” por las tardes, llevando el coche, a los nuevos centros comerciales.

No han dejado accesos peatonales que invitarían a los residentes a ir andando y todo por el ahorro de vigilancia del complejo comercial. Un error.

Siempre que se urbanice, hay que tener en cuenta el servicio público de transportes y la ordenación del tráfico. Los urbanistas se aproximan a lo que prevén, y luego, ya Dios dirá.

¿Y si lo que interesa es que haya atascos para no perjudicar a otras zonas comerciales y así se comparta la gente? Estas son las cavilaciones que me van surgiendo mientras escribo. Me voy dando cuenta de que los técnicos que se encargan de las vías de accesos y de las previsiones del tráfico, saben todo lo que se nos viene encima. “Por algo será” que sólo se tiene en cuenta la afluencia de los que vendrán de afuera, sin calcular la de aquí; van a ser muchos los vecinos que se tomarán las visitas al lugar como zona de ocio.