¡Hechos que he vivido y recuerdo!

Por Luis C. García Correa
Recuerdo el amor de mis padres y el de ellos a nosotros sus hijos, y al resto de la familia.
He sido, y sigo siendo, un afortunado.
He vivido y vivo rodeado de AMOR Y AMISTAD, que embellecen la vida y le dan valor y contenido.
La educación que me dieron mis padres, y mi familia, con sus hechos, palabras, y sus consejos ha sido y es el cimiento de mi vida.
Fui, y sigo siendo, un majadero.
La inquietud ha sido algo casi incontrolable en mi vida. No hacer nada me aterra.
Mis padres me infundieron el amor apasionado a Padre Dios y a usted, y a todos mis congéneres.
No sé vivir sin el AMOR Y AMISTAD de los demás.
He podido vivir, y sigo viendo, el gozo inenarrable, y la fortaleza que dan, el AMOR Y AMISTAD de los demás.
“¡Me enseñaron, he vivido y vivo, que repartir AMOR Y AMISTAD nos los devuelven en cantidad!”
Muchas veces me planteo ¿Por qué he podido vivir, y vivo con tanta felicidad?
Nacimos para ser felices y libres, y he aprendido lo importante que es repartir el AMOR Y AMISTAD para poder ser feliz y libre de verdad.
La vida me ha confirmado lo que me enseñaron mis padres: que lo que se siembra se recoge.
Cosecha que hay veces que es del ciento por uno. Y eso me impulsa a seguir repartiendo el AMOR Y AMISTAD para alcanzar el AMOR Y AMISTAD de los demás.
Recuerdo siempre mis responsabilidades. En especial las sociales, que me han permitido vivir la felicidad en libertad.
No quiero olvidar la enorme satisfacción de vivir con honestidad. “¡¡¡La honestidad es el cimiento de la felicidad y de la libertad!!!”
“¡La corrupción – que es el mal convertido en realidad – produce daños que pueden llegar a ser irreparables!”
“¡La corrupción puede tarar a toda una generación. Puede llegar a producir hasta la muerte!”
“¡Hay, prácticamente, dos formas de morir: de muerte natural, o de muerte inducida por el mal de la corrupción!”
Nacimos para ser libres y felices.
Somos una consecuencia de la educación recibida y aceptada. Así como de la responsabilidad, honestidad y solidaridad que practicamos en la vida.
“¡De los hechos que más recuerdo, y que nunca olvido, es el amor de mi familia y la educación recibida!”
La educación ha sido lo que me ha y me sigue moviendo y dirigiendo.
Si no me hubieran educado mis padres, estoy seguro que me hubiera comportado de manera y forma muy diferente.
¿Qué hechos he vivido y recuerdo? El amor de mis padres.
No fui amigo de mis padres. Yo fui hijo de mis padres.

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