¡Cumpleaños de haber dejado de conducir!

Por Luis C. García Correa
El 18 de junio de 2013, a las 6:20 pm., dejé de conducir para no contaminar.
Mi experiencia es de lo más aleccionadora.
No sé la cantidad de amigos taxistas que tengo.
Los taxistas son las esponjas de la sociedad: absorben las vivencias de los demás, y se convierten en sabios.
Ahora no tengo los problemas propios del tráfico: dónde aparcar, golpes que te dan, golpes que das ... Para qué seguir diciendo lo que usted sabe si tiene un coche y lo conduce. O alguno de sus familiares. Hay familias en las que cada miembro tiene su coche.
Ahora me llevan de puerta a puerta. Aprendo mucho de la sabiduría de los taxistas. Siempre me siento delante con el taxista para hablar. Miro y veo lo que nunca había visto. Llego sereno al destino. Y encina no contamino el ambiente ni contamino a los demás conductores.
No solo no me arrepiento de haber dejado de conducir, sino que cada día, como creyente, le doy gracias a Padre Dios y a los taxistas.
No viajo en transporte público – los canarios le llamamos guagua- por mi edad. Me es muchísimo más cómodo hacerlo en los taxis para subir y bajar, y, además, me dejan en la puerta a donde voy.
Con el añadido de que me cuesta menos dinero que mantener mi flamante Mercedes. Ahora me ahorro dinero en el transporte, y no tengo los problemas que usted tiene si tiene un coche.
El coche es una de las compras más antieconómicas que existen. Desde que está a su nombre, y aún sin moverlo, ya vale menos.
Piénselo. Y ya me dirá.  ¿Siente que su felicidad ha aumentado por que tiene el coche?
¿Hasta qué punto ha llegado a ser dominado por la mente y por los deseos de creer en la necesidad de tener un coche?
No me cansaré de repetir la felicidad y las ventajas de las que hoy disfruto cuando me tengo que desplazar.
Si tiene coche ¿tiene usted las mismas ventajas?
Admiro el negocio del coche: han conseguido que creamos que es una necesidad y parte de la felicidad.
Claro, como todo, hay excepciones.
Les cuento una vivencia que tuve, cuando todavía hacía no mucho tiempo que había dejado de conducir. Me invitan, como a otros ciudadanos y asociaciones vecinos, a una reunión convocada por nuestro Ayuntamiento. Salió a relucir el coche: los problemas del tráfico, los problemas de aparcamiento etc. etc. Propuse que el Ayuntamiento condonase con uno de los impuestos, diese un diploma, lo publicase ... a todo ciudadano conductor que entregase su carnet de conducir y se comprometiese a no conducir más.
Para no cansarles.
¿Qué pasó? Nunca más se supo. Sin comentarios.
Otro día les contaré lo que propuse a nuestro Ayuntamiento cuando era concejal.
No cambio mi libertad, mi facilidad de comunicarme, el ahorro económico, en especial la no vivencia de los problemas del tráfico y de algunos conductores, etc. etc. etc.
“¡¡¡HOY CELEBRO EL COMIENZO DEL SÉPTIMO AÑO SIN CONDUCIR PARA NO CONTAMINAR!!!”
Por favor: PIÉNSELO. Y YA ME DIRÁ.


Comentarios

Unknown ha dicho que…
Como "esponja de la sociedad", le doy laa gracias por sus amables palabras. Para "sabia" me falta mucho, pero cada día intento aprender un poquito más de tantas experiencias que me cuentan los usuarios. Un saludo y feliz septimo año sin coche!!!!
Santiago Muñoz ha dicho que…
Felicidades por su decisión , por su colaboración a la sostenibilidad del medio ambiente y de la economía local .
Un nuevo amigo más .

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