¿Cómo dar gracias a Padre Dios?

Por Luis C. García Correa
¿Cómo dar gracias a Padre Dios? Rezando.
Rezar es hablar, directamente, con Padre Dios.
Rezar es hablarle a Padre Dios como se habla a un amigo-hermano, con intimidad, con sinceridad y con la verdad, todo con honestidad, con lealtad y amor.
La sinceridad, la verdad, la honestidad, la lealtad y el amor son el idioma para hablar con Padre Dios.
“¡Vivir no solo es existir!”
“¡Vivir es compartir!”
“¡Compartir el amor, la felicidad y la libertad es tratar de recorrer el camino de la santidad!”
La santidad no es patrimonio de credos.
La santidad es patrimonio de la humanidad. Creyentes o no.
La santidad es patrimonio de cada persona, de su dignidad de hijo de Dios, desde que nace. La santidad es el pleno desarrollo de la persona.
En la santidad hay grados, como en todas las cosas de valor o cosas importantes de la vida.
El santo de altar vive la santidad más allá de su propia vida, entregando su vida, quizás en el martirio o en condiciones excepcionales. Es el desprendimiento de todas las ataduras de la vida, que quita las ataduras que frenan o restan a la santidad.
El santo normal es el que vive su vida con la conciencia tranquila. Pero esa conciencia nos reclama dar también la vida por los demás, cada día. Empezando por la familia, el trabajo, los vecinos, los que lo pasan mal.
¿Cómo dar gracias a Padre Dios? Luchando por ser un santo normal. Porque eso es lo que Dios quiere de nosotros cuando nos crea.
Lo demás son exquisiteces, quizás legítimas, o a las que debemos aspirar. Pero con frecuencia poco esenciales.
Dar gracias Padre Dios es reconocer las propias limitaciones, y ofrecérselas a Padre Dios al tiempo que tratamos de erradicarlas.
La infinita misericordia de Padre Dios se recibe, y es el perdón, cuando se pide con humildad y arrepentimiento, y de todo corazón.
Rezar es el medio y la forma de hablar con Padre Dios, y pedirle mercedes, y fortalecer los valores morales, éticos y religiosos, y con ello ponerse en el camino de la santidad. 
Rezar es considerar los asuntos de cada día en la presencia de Padre Dios.
“¡¡¡La santidad es y debe ser la meta a alcanzar!!!”
Si lo duda ¿Pregúnteselo a su conciencia con humildad, honestidad, lealtad y amor? Y recibirá la contestación.
Rezar calma y serena al espíritu, enriquece la vida y fortalece los valores de forma y manera inimaginable. Pruebe y ya me dirá.
¿Cómo dar gracias a Padre Dios? Oyendo al alma y escuchando la conciencia, esa voz de Dios en el alma, ese eco de nuestro origen.
La conciencia del alma es el receptor y transmisor de lo que hacemos y de lo que dejamos de hacer.
La conciencia del alma siempre está atenta a lo que hacemos y a lo que dejamos de hacer.
“¡¡¡La conciencia jamás nos engaña!!!” Por eso debemos seguir siempre la luz de la conciencia personal, y debemos cuidarla. Porque es verdad que el alma puede poco a poco dejar de escuchar a la propia conciencia. Somos responsables de eso. Entonces haremos el mal, casi sin notarlo, con frialdad.
La voz de la conciencia en nuestra alma es la ayuda para orientar el camino a seguir, el camino que debemos recorrer para vivir en santidad.
¿Cómo dar gracias a Padre Dios? Reconociendo nuestros errores y pecados, pidiendo perdón, y rectificando.
¿Cómo dar gracias a Padre Dios? Pidiéndole luz para no tropezar en el camino de la vida.
¿Cómo dar gracias a Padre Dios? Reconociendo nuestras limitaciones.


¿Cómo dar gracias a Padre Dios? Ofreciéndole la vida con honestidad, humildad, lealtad y amor.

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