¿Qué es el tiempo?

Por Luis C. García Correa  

¿Qué es el tiempo? El segundo de cada momento.

Cada segundo nos va marcando el tiempo que vivimos, y que dejaremos de vivir.

El tiempo pasa y no regresa jamás. Así ha sido desde la eternidad.

¿Qué es la eternidad? La vida sin terminar.

Los creyentes creemos que la eternidad es el espacio y el tiempo del nunca jamás. Tiene comienzo, pero no acabará jamás.

Creemos también que la eternidad es la contemplación de La Santísima Trinidad por siempre jamás. La eterna felicidad que Dios nos da, como compensación a la vida que hicimos, y al perdón que recibimos, si se lo hemos pedido, y nos hemos arrepentido, de todo corazón.

¿Qué piensan los no creyentes de la eternidad? Supongo, porque no lo sé, que la eternidad no existe. Que con la muerte se acaba todo. ¡Qué triste final!

Haber vivido toda una vida, y que con la muerte se acabe todo, me parece tan injusto que no lo puedo creer.

Los seres humanos premiamos a los buenos ciudadanos. ¿Qué premio reciben las buenas personas que no reciben reconocimientos en la vida?

“¡No premiar en vida es una injusticia humana, que no habrá ocasión de reparar!”

Quien muere habiendo sido una buena persona y sin recibir reconocimiento, es una injusticia humana. ¿Cómo podemos vivir sin remordimiento por no haber premiado a las buenas personas durante su vida? Después de la muerte, si no hay nada, nada se les puede dar.

¿Se siente usted culpable de no haber premiado a las buenas personas en vida?

Mi Dios es un ser infinito en todo. Infinito en la bondad, en la misericordia, y en el perdón.

“¡Señor y Dios mío!” ¿Cómo puedo informar y transmitir Tu existencia y tus bondades infinitas? Es algo tan grandioso que se sale de mis posibilidades de expresar. Lo vivo con intensidad, pero no lo sé explicar y expresar con palabras.

¿Qué es el tiempo? El segundo de cada momento de la vida.

Santa Teresa describió el tiempo y el amor como sigue:

No me mueve, mi Dios, para quererte el cielo que me tienes prometido, ni me mueve el infierno tan temido para dejara por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor, muéveme al verte clavado en la una cruz y escarnecido, muéveme ver tu cuerpo tan herido, muéveme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera, que aunque no hubiera cielo, yo te amara, y aunque no hubiera infierno, te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera, pues aunque lo que espero no esperara, lo mismo que te quiero te quisiera.

No tengo más palabras con las que explicar lo que es el tiempo y el amor en el tiempo.

La santidad es capaz de decir, de escribir, y hacer realidad, en unas frases, todo lo que es el tiempo y el amor con pasión y adoración.

No me tienes que dar porque te quiera, pues aunque lo que espero no esperara, lo mismo que te quiero te quisiera.

Comentarios

Entradas populares