Los mandados en la política

 

Por Luis C. García Correa  

Vivimos una época de esclavitud después de haber luchado, por siglos y, hasta con el coste de vidas, por la libertad.

"¡¡¡La libertad es de los mayores logros de la humanidad!!!"

La libertad es un don y un bien que hay que proteger, porque sin ella no hay felicidad plena.

"¡¡¡¡Benditos y alabados sean quienes luchan y viven para y por la libertad, y la comparten con los demás!!!"

La esclavitud elimina la libertad, y reduce o limita la responsabilidad, los logros y vivencias personales que engrandecen la vida y le dan contenido y valor.

Quien resta libertad debe ser reo de castigo por el daño que causa a las personas.

Hay sumisos en política, mandados, esclavos. La existencia de mandados en política es uno de los ejemplos públicos y notorios de lo que es la esclavitud en la sociedad actual.

Una cosa es ser esclavo y otra obedecer. Que no se pueden confundir ni igualar.

Estar sentado en un escaño para hacer lo que le dicen los que mandan por tener autoridad, es ser un absoluto esclavo, y un perfecto inútil.

Hay quien ha convertido y prostituido la política en una forma de vivir a costa de los demás.

Ser político es una de las vivencias más maravillosas que puede tener un ciudadano en servicio a los demás.

"¡¡¡Servir a los demás con honestidad, humildad, y lealtad es vivir la gloria en esta tierra!!!"

Mi deuda con la política es eterna.

Le debo a la política ser mejor persona, por haberme hecho vivir la maravilla de servir a mi comunidad.

Servir a la comunidad, como político, es un deber que llena la vida de contenido y valor y es algo que nos mejora, eleva a grado superlativo la felicidad, y fortalece la honestidad y la humildad.

Los privilegios, a costa de la comunidad, son un pecado muy serio contra la justicia.

Vivir a costa de la comunidad es rebajarse a la cota más inferior de la humanidad. Es convertirse en esclavo del que tiene autoridad.

Los políticos deshonestos que viven a costa de la comunidad no pueden mirar a los ojos a los demás, son esclavos.

Los mandados en la política se arrastran como esclavos ante sus dueños que son los que tienen mayor autoridad, porque los que tiene la mayor autoridad son también uno esclavos en la pirámide de la autoridad. Carecen de propio criterio, principios, conciencia.

Los de más arriba en la autoridad son los que viven con los mayores privilegios que se auto conceden porque no hay nadie que tenga mayor autoridad, ni nadie superior a su autoridad.

Los mandados en política se arrastran como esclavos por su deshonestidad, falta de dignidad, y actuación contra conciencia.

Anatema a esos políticos que viven a costa de los demás.

Ya tienen la condena de ser unos pobres esclavos. Pero hacen mucho daño a todos.

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