“¡EL DAÑO DE JUZGAR SIN SABER!”

Por Luis C. García Correa 

Defender las ideas, máxime si son religiosas, me parece lógico y necesario. Pero considero incorrecto el ataque hecho con argumentos falsos o imaginarios.

Cualquier ataque, es malo, por principio.

 “La verdad os hará libre”. De quien sea, pero la verdad.

 No respetar las ideas de los demás es arrogancia y, consecuentemente, una falta de educación.

Poner en práctica estos razonamientos cuesta, en especial si uno no ha sido educado en valores. Pero no es imposible.

Lo peor es la falta de humildad.

La humildad es la reina de las virtudes, causa del bien.

Pido a Dios y a los humanos, constantemente, la humildad, para mi y para los demás.

La humildad remedia muchas cosas... incluso la crisis.

La humildad se practica con la participación, y la participación es la solución.

Si tratamos de no juzgar y menos sin saber, no dañaremos y no seremos juzgados.

¡A quien juzga! Dios lo ilumine. ¿Qué difícil es juzgar? Y es necesario a los jueces (nunca mejor dicho).

¿Qué valores tiene que tener un juez? ¿Qué enorme responsabilidad?

Si los jueves tienen que tener unos conocimientos, y a mi juicio unos valores éticos o religiosos. ¿Cómo hay quien se atreve a juzgar sin saber?

Dios nos libre de los desaprensivos e injustos, y tratemos de convencerlos de su enorme y perjudicial comportamiento.

Recemos, recemos hasta cansarnos. No creo que exista otra solución para las injusticias del mal.

“A Dios rogando, y con el mazo dando.

 

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