El Cabildo proyecta un nuevo ´pulmón verde´ en Tamaraceite

Imagen de la Montaña de San Gregorio principios S. XX
LPDLP. El Cabildo de Gran Canaria proyecta que la capital de la isla cuente en cuatro o cinco años con un nuevo "pulmón verde" en la zona de expansión urbana del entorno de Tamaraceite, como resultado de un proyecto de reforestación que lleva a cabo en la montaña de San Gregorio.
En esta montaña, a lo largo de una ladera de 25 hectáreas de superficie que corona el barrio de Piletas, la corporación insular tiene en marcha desde hace casi medio año labores de reforestación destinadas a conformar un paisaje de bosque termófilo como el que se piensa que existió allí siglos atrás, según ha informado este jueves en el lugar su consejera de Medio Ambiente, María del Mar Arévalo.
Durante una visita a la zona efectuada con periodistas y técnicos de su departamento, entre palmeras y alguna otra especie arbórea replantados en la década pasada y numerosos arbustos variados, como tabaibas y tajinastes, la consejera ha mostrado plantones de futuros árboles ya enraizados con los que se ha puesto en marcha el proyecto de repoblación de ese entorno.
Pequeños ejemplares de variedades como acebuches, lentiscos, almácigos y dragos que, protegidos por mallas metálicas para evitar que sean devorados o dañados por algunos ganados o animales de otro tipo que suelen transitar por la zona, se espera que alcancen alturas propias de adultos, de varios metros, en el plazo de un lustro, aproximadamente.
Para entonces se espera que se note ya ostensiblemente el cambio de ambiente que quiere propiciar en el lugar como producto de esta repoblación, cuyas labores se iniciaron en agosto de 2014 y siguen activas todavía, según han explicado técnicos y trabajadores que han participado en su diseño y ejecución.
En conjunto, el proyecto conllevará la plantación de unos 6.000 ejemplares vegetales, incluidos los de mayor y menor porte.
Su desarrollo posibilitará, conforme a sus planes, que en solo unos años y con la ayuda de las condiciones climáticas de la zona, donde la humedad y la luz solar se combinan en favor de las plantas, ese espacio de la montaña de San Gregorio recupere el aspecto boscoso que se calcula que debió tener siglos atrás.
Aspecto del que perdió hasta el menor vestigio, según las estimaciones de los responsables del proyecto, hace al menos un centenar de años, merced a la combinación de factores como la explotación de los árboles como fuente de leña y el uso de otras plantas de menor tamaño como alimento para el ganado.
Superadas las épocas en que esas actividades eran prioritarias en el lugar, el Cabildo de Gran Canaria confía ahora en revertir su situación para ofrecer a la ciudadanía un bien más demandado en la actualidad en la zona en que se encuentra: Un área de esparcimiento en la naturaleza y de generación de aire puro en un contexto metropolitano.

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