La fogalera se adueña de San Lorenzo, que sobrevive entre alertas

LPDLP. Los vecinos aseguran que la presencia de más efectivos de seguridad por la amenaza terrorista garantiza menos borracheras

10.08.2017 | 08:24

Fiesta y fuegos de San Lorenzo 2017
Fuegos de San Lorenzo 2017

Detalle de San Lorenzo, anoche, durante el lanzamiento de los fuegos artificiales. 
Preparativos de los fuegos

Fuego amigo. Nada de amenazas y la única alerta fue festiva. Los fuegos artificiales congregaron anoche en San Lorenzo a 50.000 personas que con calor no quisieron perderse la fiesta. El espectáculo, a cargo de Piramar, quemó un total de 375,75 kilos de pólvora. Miles de ojos, de todos los puntos de Gran Canaria, se quedaron ensimismados disfrutando de los miles de colores de la fogalera. "Espectacular, auténtico; lo mejor de lo mejor, insuperables, impresionantes", compartían los que disfrutaban del espectáculo piroténico. Para quienes lo vieron en vivo resultó corto y para quien lo seguía en la web hasta largo.
Desde un balcón, desde las azoteas, desde lo alto de una loma, o desde el Facebook Live de LA PROVINCIA/DLP, cualquier punto era bueno para divisar los 20 minutos de fuegos artificiales. La explosión de siete volcanes de fuego fue el impactante colofón final. La pólvora quería recordar al mártir San Lorenzo, quien murió en una parrilla un 10 de agosto. El nivel 4 de alerta terrorista obligó al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria a extremar las precauciones en una fiesta a la que acudieron decenas de miles de personas. Los principales accesos al barrio, desde Tamaraceite y desde Almatriche, contaron con la presencia de camiones y vehículos municipales en el dispositivo especial de seguridad.
Las patrullas de la Policía Local, Nacional, Guardia Civil, además de 50 voluntarios de Protección Civil recorrieron lcalles del barrio y controlaron los accesos. Un despliegue mayor que en años anteriores y del que se pudo percatar la ciudadanía. "Se notan muchos más agentes que hace unos años, aquí la última vez había mucho chiquillo borracho y ahora no veo tantos", señaló Francisco Javier Gomezañas mientras hilaba varillas de algodón de azúcar.
La banda de rock Peter's Garage amenizó la noche en la plaza y sus notas musicales acortaron la espera hasta del volcán pirotécnico. A eso de las doce de la noche, cuando la banda interpretaba sus últimos acordes, no cabía ni un alfiler en los aledaños de la iglesia. La alerta por altas temperaturas de los últimas jornadas pusieron en duda la explosión de los fuegos, pero, la bajada de las mismas permitió finalmente que el público disfrutara de las fiestas.
El calor, más bien, lo multiplicaban, las parrillas y asaderos de chiringuitos y familias desde sus azoteas. Jacinto Alamo lleva toda la vida con su puesto de costillas, panceta, chorizos, salchichas y chuletas. El humo y el olor se elevaban e inundaban los alrededores. "Estamos aquí durante las más de dos semanas de fiestas, se notan más las ventas en fin de semana, pero vamos bien de momento, más o menos como el año pasado", aseguró Alamo, mientras asaba unas brochetas de pollo.
Por la calle del Marqués del Muni, Olivia Naranjo, su esposo y sus dos hijas iban camino de la casa de su madre. "Nací aquí y venimos todos los años para reunirnos en familia", indicó la mujer, antes de entrar "donde los geranios tan bonitos". La familia iba cargada con bolsas de pan, picoteo y unos kilos de naranjas para hacer zumo. "Cosas de mi madre, que se le olvidó comprarlas, así que me dijo que aprovechara porque aquí mañana es fiesta y está todo cerrado", explicó, entre risas.
Un poco más de ambiente había en la casa de Pedro Suárez. Más de 20 personas alrededor de varias mesas disfrutaron, comieron y bebieron hasta la medianoche. En el menú no pudieron faltar el clásico de la familia, las "croquetas de Ana". "Llegué de las últimas, a eso de las nueve y pico porque había que freírlas todas", señaló Ana Martín, pareja de Suárez.
"Soy nacido y criado en esta casa, nací en 1930, así que ya pueden imaginarse la de fiestas de San Lorenzo que he disfrutado", relató Pedro Suárez. "En los años treinta y cuarenta ya había fuegos muy vistosos, aquí esta noche siempre ha sido especial. A finales de los sesenta un vecino, Pepe Luis, le quitaba material de traca al presidente de las fiestas y de ahí vienen lo que ahora llamamos ´volcanes´", continuó con su explicación histórica, entre brindis y brindis.
Sus hijas y nietos rodeaban la mesa y no paraban de degustar las croquetas, la tortilla y la ensaladilla rusa. "Incluso, en aquellos años de niño llegaban servicios especiales de transporte de Tamaraceite y Tafira, ha sido siempre impresionante", rememoró entre las risas y el jolgorio de las fiestas.
Mientras, en la plaza y aledaños los chiriguintos estaban de bote en bote. Antonio Llopi, feriante con gran experiencia en fiestas de toda la Isla, acudió a San Lorenzo por primera vez. "De momento bien, estamos aquí probando a ver que tal nos sale el negocio, pero hay buena aceptación", indicó el comerciante.
Santiago Ruiz también es primerizo en esto de repartir salchichas, perritos calientes y hamburguesas, al menos en San Lorenzo. "Venimos de hacer el agosto en las fiestas del Carmen de La Isleta y ahora venimos aquí por primera vez para ver qué tal nos va, pero de momento no nos quejamos", indicó Ruiz, mientras servía jarras de cerveza a los sedientos juerguistas.
Los temas ochenteros de Peter's Garage fueron calentando el ambiente, mientras miles de personas bailaban sin freno.
A eso de las doce de la noche, no cabía un alfiler en el pueblo. La alegría desbordaba las calles y era imposible encontrar aparcamiento. Aunque, mucha gente optó por coger algunos de los servicios especiales de Guaguas Municipales o Global para llegar hasta el pueblo.
A continuación, puede reproducir la retransmisión en directo de los fuegos artificiales de las fiestas de San Lorenzo 2017 por parte del equipo de este periódico.

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