El Román cambia un «pedregal» por calles accesibles

C7. «Esto era un pedregal y cada vez que llovía sufríamos mucho», confesaba este miércoles Carlos Batista, presidente de la asociación de vecinos del Román, tras la visita que realizó a la zona el alcalde capitalino, Augusto Hidalgo, para supervisar los trabajos que durante casi ocho meses se han desarrollado en este núcleo cercano a San Lorenzo y que han permitido renovar el firme y la red de saneamiento de cinco de sus calles gracias a una inversión de 306.898 euros con cargo al Plan de Cooperación del Cabildo.
«Todos los vecinos de este barrio están muy contentos con esta inversión pública porque era muy necesaria», añadió al referirse a una intervención «que llevábamos reivindicando mucho tiempo» y que calificó de «avance» para las más de mil personas que residen en esta parte del municipio.
Los trabajos, que concluyeron la pasada semana y se han desarrollado en las calles Teguise, Órice, Circón, Cornalina y el tramo final de Casa Román, han consistido en la pavimentación con adoquines de estos viales, la renovación de la red de saneamiento y abastecimiento de agua, la sustitución de una acequia abierta por una conducción entubada, la mejora del sistema de recogida de pluviales y la demolición de muretes y la instalación de una rampa.
El regidor capitalino, que estuvo acompañado en su visita por el concejal de Urbanismo, Javier Doreste, y la responsable del distrito Tamaraceite-San Lonrezo-Tenoya, Mercedes Sanz, apuntó tras recorrer las vías intervenidas que «la actuación en El Román ha sido una transformación absoluta en todo el entorno». Así, explicó que «estamos hablando de un barrio en el que las calles eran lechadas de cemento de los vecinos, con tierra, con acequias a la vista que provocaban situaciones complicadas cuando había lluvia porque había escorrentías y problemas de acceso».
Hidalgo apuntó que «los más de 300.000 euros de inversión» han permitido «canalizar las acequias», que se han «cubierto» así como la colocación de «imbornales para que se pueda acometer la recepción de pluviales», además de «adecentar todo el barrio con adoquines, dejando la habitabilidad de los vecinos y vecinas en unas condicionas que no tienen nada que ver con las que se encontraba este barrio hasta hace unos meses».
Señaló también que se trata de «actuaciones en barrios que están en la ciudad pero algunos siguen siendo considerados zonas rurales y de la periferia», aspectos estos que, aclaró, «no quieren decir que no se les tenga en consideración».
Por su parte, Doreste destacó que esta intervención ha contado con la participación de los vecinos, que han podido aportar sus propuestas en lo que al diseño se refiere. Y puso a modo de ejemplo el hecho de que en un principio la obra preveía la transformación de una era al final de una de las calles intervenidas en un aparcamiento, que finalmente se descartó «porque los vecinos dijeron que preferían que ese dinero se destinara a arreglar más calles».
María Isabel Suárez, residente en El Román, reconocía que llevaban «siete años esperando» por esta actuación que al fin se ha conseguido «gracias a la asociación de vecinos». Y Paquita, que a las puertas de su casa ofreció a la comitiva municipal, tras la visita, un buchito de café recién hecho y un trozo de queque casero elaborado por otra vecina del barrio, valoró los trabajos acometidos porque «antes las calles eran de cemento».

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