“¡A LOS JÓVENES DE HOY Y DEL MAÑANA!”

Por Luis C. García Correa
La juventud es la época en la que comienzan a desarrollarse y a liberarse los valores heredados.
Desarrollar los valores es la gran manifestación de haber recibido, aprendido y repartido los valores heredados.
Los valores son los éticos, morales o religiosos.
La vida personal y social, la vida comunitaria y participativa comienza a partir de la maravillosa juventud y se desarrolla con el tiempo.
El pasota es el gran problema de la actualidad.
El pasota es la tara social y de sí mismo.
El pasota se anula así mismo.
El joven, activo y participativo, desarrollando sus valores, se convierte en cimiento de una gran y esperanzadora sociedad y nación. Y contribuye a una sociedad con un presente y futuro mejor.
El progreso de los pueblos, el crecer en felicidad y libertad, lo crean y desarrollan los jóvenes con valores.
Ser libre y feliz, en especial en los actos comunitarios, en los actos sociales, es el gran signo del progreso y de un futuro mejor.
La felicidad es compartir el AMOR Y LA AMISTAD.
Amar a los demás, y si además se es joven, es caminar y recorrer todo el camino de la vida llenándolo de satisfacciones y recuerdos que nunca se olvidarán.
No lo dude, joven activo, honesto y participativo: todo lo que haga por el bien de los demás, lo recibirá con creces, y será el cimiento para una vida llena de hechos y vivencias que jamás olvidará.
El compartir la felicidad y la libertad le pone en el camino de la santidad.
Tanto los creyentes como los no creyentes son candidatos natos a la santidad. Todos. Y desde el nacimiento.
La santidad es tener la conciencia tranquila, por haber buscado la verdad, por haber sido fiel a sus valores y creencias, y por mirar al futuro con fe, esperanza y caridad.
No lo dude, mi amigo-hermano joven: sea honesto y participativo y tendrá una vida llena de valores y de contenido, y gozará de los bienes de la felicidad y de la libertad, y del amor de los demás.
A los jóvenes de hoy y de mañana: no dude en compartir y participar en todo aquello que cree felicidad y libertad, y tendrá una vida llena y plena; recibirá de lo que ha repartido. Y cuando llegue a la vejez su alma y su corazón brillarán como el sol.
"¡La gloria terrenal se logra con el amor a los demás y aún más, se logra también la felicidad eterna!"
No lo dude, joven de hoy y de mañana: ahora vive el momento trascendental y necesario para que llene su vida de valor y contenido. Ahora vive el cimiento de la felicidad, que se incrementará en el futuro. Y lo que haga, ahí quedará grabado.
Quien ama y participa en el bien de los demás, camina certero por el bien de la felicidad y de la libertad, de las que gozará en plenitud, y llenará su vida con lo que ha repartido con prodigalidad.
Quien ama y participa en el bien de los demás, camina certero por el bien, por la felicidad y por la libertad.
Benditos y alabados sean los jóvenes, de hoy y de mañana, que comparten su amor, felicidad y libertad con los demás, de ellos es la gloria de hoy y de mañana.
Los jóvenes son la necesidad y la esperanza en un mundo mejor.
Benditos y alabados sean por toda la eternidad.

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