La generosidad y la paz

 

Por Luis C. García Correa

La generosidad es belleza del alma.

La generosidad embellece el alma.

“¡No hay felicidad ni libertad sin generosidad!”

La generosidad es cimiento de la honesta participación, es una necesidad para la unión, es cimiento de la grandeza  de corazón y necesidad para la salvación.

¿Qué cosas buenas debo hacer para alcanzar la vida eterna? ¿Qué me falta?

¿Qué me falta hoy?  ¿Tengo mi vida llena plenamente? ¿No me falta algo? ¿Qué?

Se necesitan estas preguntas, y sin su honesta respuesta, no hay vida  con generosidad y menos con felicidad.

“¡La paz con generosidad es la alegría desbordante y no contenida!”

“¡La paz es la generosidad de los buenos!”

“¡La paz es enemigo del mal!”

La falta de generosidad es signo de falta de valores y de no haberlos  aprendido desde niño.

“¡La tristeza del corazón la causa la falta de generosidad!”

La generosidad es signo de belleza de alma, de buenos hechos y de la  participación humana honesta repartida con longanimidad.

“¡¡¡La generosidad son los hechos de los que son consecuentes, dándonos la  felicidad y la libertad, que son una consecuencia de la paz!!!”

“¡¡¡La generosidad y la paz son una consecuencia del amor a los demás!!!”