Valores de Ayer, Valores en Crisis y Valores de Hoy

Por Luis C. García Correa y Gómez.

Los valores de ayer han sido, básicamente, con los que me educaron en mi familia y en el colegio: y fueron valores éticos o morales y religiosos. Con respecto a los éticos o morales comenzaré por mencionar alguna de sus definiciones. Me gusta especialmente ésta: ciencia del bien y ciencia del mal, o la ciencia de las costumbres.Todos estamos seguros de una cosa: sabemos lo que es el bien y lo que es el mal. Y esto lo sabemos cuando somos educados en valores, y en valores que no vayan contra la libertad, ni contra el amor al prójimo. Los valores religiosos cristianos son aquellos que están fundamentados en los preceptos dados por Jesucristo y contenidos en los Evangelios. Hasta aquí los valores de ayer.

¿A qué nos referimos cuando hablamos de los Valores en crisis? Son todos aquellos que los padres no han transmitido a sus hijos. Y seguiremos repitiendo lo que hemos dicho muchas veces: mal educado es quien no ha sido educado por sus padres, o quien habiéndolo sido, no aceptó la educación recibida. Aquellas personas que no han sido educadas en valores son las que hacen que los valores estén en crisis.

Cuando decimos crisis de valores, al menos yo, me refiero a que los valores necesarios para la vida familiar, social, empresarial etc.etc. no son practicados de forma natural y de forma casi inconsciente. Cuando los valores fundamentales se están olvidando, o no se han recibido, o no se practican, surge la crisis de valores, que es una situación realmente trágica para la vida familiar, empresarial y social. No puede haber vida humana feliz si no hay valores que la rijan y gobiernen. Los cimientos firmes, inamovibles, de la felicidad son los valores éticos o religiosos. La crisis de valores origina y conduce a la crisis económica. No puede haber economía ni riqueza material, que genere estabilidad y felicidad, si no está basada en valores.

Valores de hoy, decía en tercer lugar. Realmente no sé cuales son, salvo los tradicionales, los que he vivido e intento seguir viviendo. No creo que existan valores nuevos, valores distintos a los de ayer. Sí, existen formas distintas de vida, de actuar. Pero no distintos valores. El materialismo y la acumulación de dinero no son valores, son posesiones, y, como tales, hoy los tengo y mañana no. La felicidad, fundamentada en valores éticos, especialmente en religiosos, es la fórmula mágica y sencilla para vivir la felicidad, para tenerla, para gozarla y para repartirla. Jamás el dinero ha hecho la felicidad. Sin duda contribuye, pero no la hace. No se puede vivir sin dinero, y por eso contribuye. Pero el dinero no da la felicidad.
Y en cuanto a la vida espiritual, a la vida del alma ¿Cómo se puede vivir la felicidad terrenal y luego la eterna? No ha existido ni existirá otra manera que mediante la vivencia de los valores éticos, especialmente religiosos: ellos conducen a la persona por el camino recto que lleva a la plena felicidad terrenal y luego a la eterna. Vivimos momentos que necesitan, urgentemente, personas que den testimonio, ejemplo, de vivir con valores, y que sean modelo para todos nosotros. No vislumbro otra varita mágica que nos saque de esta tremenda crisis. Tampoco creo que exista.
Creo en la honradez y en el esfuerzo de cada uno de nosotros en la búsqueda del bien y de la felicidad por medio de valores.

Comentarios

Sergio Naranjo ha dicho que…
¡Qué artículo tan bien escrito! Y lo es porque proporciona un rato de serenidad suficiente que da que pensar.
Añado que igual que la vida religiosa es un camino hacia el cumplimiento de los valores, también la filosófica, no en vano Aristóteles cifra la felicidad en el conocimiento y éste dentro de la sabiduría, que es el saber vivir la vida, y ésta, en cualquier caso, dentro de esos valores que, como dice don Luis, son inalterables, porque forman parte de la esencia humana.
Muchas gracias.

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