A LOS VENEZOLANOS Y A VENEZUELA, A QUIENES QUIERO APASIONADAMENTE

Por Luis C. García Correa
Mi eterno agradecimiento y mi apasionado amor a los venezolanos y a esa tierra riquísima de Venezuela – no creo que exista en nuestro Planeta Tierra País que tenga tantas riquezas por kilómetro cuadro - por haberme fortalecido y por convertir en realidad mis posibilidades de sobrevivir sin el apoyo familiar.¡Dicho, lo dicho! Me pregunto ¿Cómo es posible que en un País tan riquisisimo no haya suficiente comida y medicinas?
Por supuesto: en donde se hable de democracia y libertad, pero no las hay, no hay tampoco ni debe haber la posibilidad de vivir en paz, en progreso y bienestar personal y social, y menos libertad.
Ningún político, en activo y con responsabilidad de gobierno tiene, ni tendrá jamás, autoridad para imponer en nombre de su puesto, medidas que ataquen a ciudadanos honestos porque tengan ideas contrarias a las suyas: al que se ha convertido en dictador en una llamada democracia.
Los seres humanos necesitamos comida, medicinas, respeto y libertad para poder hacer una vida normal, y todo lo que vaya en contra de esas necesidades imprescindible merece la condena y la enemistad. El resto del mundo honesto y participativo tiene que condenar y tratar de ayudar a esos necesitados.
¿En qué puedo ayudar a los venezolanos y a esa maravillosa tierra de Venezuela? Trato de hacerlo con las posibilidades que tengo, entre ellas con estas palabras y en lo que puedo y debo.
Pero no bastan mis hechos y mis deseos, se necesita una ayuda mundial, y con una exigencia radical, a que haya una auténtica, real y verdadera libertad y respeto, en especial “a la vida” y a poder vivir, que es algo imprescindible y necesario  y una indiscutible y radical obligación.
No existe ni existirá razón y autoridad para matar en nombre de una autoridad política o de una idea. La que sea y en donde sea. Y si se mata y se acorrala se ha perdido toda autoridad y, por tanto, toda legitimidad.
Propongo que todos los que podamos manifestemos y mostremos nuestra repulsa a la falta de libertad y del apoyo y respeto a la vida humana y de sus necesidades, y lo hagamos cada uno con nuestras posibilidades.
Lo que no creo correcto es quedarse en el anonimato y no hacer nada.
Por eso hago lo que puedo por los venezolanos y por Venezuela a quienes quiero apasionadamente.
Aquí estoy ¿En qué puedo ayudar?

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