¡Jesús, joder! Como decía Maestro Rafael
Por Antonio Domínguez |
Si
soy un petardo el tiempo suficiente la gente dejará de ocuparse de
mí. Este parece ser lema pensamiento-comportamiento y tendencia
de político malo, pendiente y acechante del escondedero bajo el ala
que vigila para rápidamente meter su cabeza pusilánime, apocado,
avergonzado, que ciego, desnortadamente, la saca a orinar creyendo
que está en rincón del mundo no pisado por el hombre; cuando en
verdad está en la calle de Triana en la hora de más abundancia
humana. Insultan estos individuos al gran público; que no es tan
grande mirado en su intelectualidad-intelecto, en lo intelectivo. Le
“hincan” mentiras a reventarlos. No solo ellos, sino también por
los periodicuchos, la vía por la que se difunden. También las
televisiones pagadas, ya están empezando con el bombardeo –para
dar a entender, mentirosamente, que se pierden por benefactores del
campo y la ganadería- del ganado de Pepe el de Pavón, único de
ovejas en Gran Canaria; seguirán con unas cabras que una chica tiene
en La Palma; continuarán con la señora que tiene dos vacas en La
Gomera, y, el etcétera ya no cabe. Presumirán también de grandes
exportaciones de queso de leche de muchacho, que como no trabajan se
les puede ordeñar. Leche de animales no hay porque tendría que
haber primero animales.
El
tebeo La Provincia Diario de Las Palmas debe poner una nota en
primera página donde diga: “Todo parecido con la realidad es pura
coincidencia” o, “Este periódico no se hace responsable de las
opiniones vertidas por terceros, segundos y primeros”. Desde estos
preliminares y premisas se podrá publicar la propaganda del gofio
sin marca encargada por el cabildo que dice que está hecho 100% de
cereal canario. No he estado en las demás islas, pero, en esta mi
Gran Canaria en lo que yo la frecuento no veo una mata de millo, y en
cuanto a los restantes cereales apuesto el conduto de una semana a
que no hay una sola mata. Eso sí, en el mismo tebeo del (domingo 17
de febrero 2019) y en el mismo número aparece un gran aruquense: Don
Carlos Sáenz Pavillard con gigantescas plantaciones de MILLO en la
península, que tuvo que largarse de aquí para menoscabo de una isla
subtropical, ideal para millo de enero a enero, sin embargo dedicada
a matorral, tabaiba hierbajos, zarzas y como no a laureles, fayas
barbusanos, pinos y arbustivas soto. Sin marear la perdiz, cuando en
las islas “solo” se comía gofio a pesar de estar prácticamente
“deshabitadas” y estar repletas de plantaciones de millo había
de traerse millo de la Argentina para completar su necesidad. Hoy con
una población volante de más de un millón, ¿cómo es que se pueda
decir, por mucho que el cabildo les pague y les a pesebre, que el
cereal es 100% producto gran canario, si es que el cereal aquí no
existe? Me atrevo a decir sin el presuntamente que esa es una
mentira tremenda del cabildo que la generó o degeneró –según se
mire- y del tebeo que publicándola la apadrinó.
¿Por
qué se avergüenzan tanto de tener una isla dedicada al conejo y al
pinzón azul ahora en elecciones al punto de llevarles a mentir?
¿Porqué sin facilitar la agricultura y la ganadería, sino todo lo
contrario, quieren presumir de lo insignificante que por milagro
divino se produce aquí? Se necesita loza de hormigón armado -por
cara- para querellarse contra el tebeo, para luego mandarle a mentir
con lo del 100% cereal isleño; cuando el cereal gran canario está
muerto y bien enterrado o más que la central lechera. Si quieres
hacer algo por lo que y de lo que sin razón ninguna presumes ¿Por
qué no prescindes de los ingenieros de montes para la Amazonía
aunque se te parta el alma, allí si tienen trabajo, arruinadores
aquí de labrantíos, y te pertrechas de ingenieros agrónomos? ¿Por
qué no prescindes de los biólogos pajareros aunque se te rompa el
corazón y recabas técnicos parederos para levantar la isla caída y
derruida como lo hace ya hasta el hierro? ¿Porqué no hechas a
trabajar a toda la gente del miedo ambiente a emparedar, apisonar y
acondicionar caminos agrícolas, rehabilitar todas las acequias y
tuberías públicas y privadas; accesos a pozos barrancos, cañadas y
valles? ¡A qué coño tienes un tipo ocho horas montado en el
furgón! ¿No ves que se te va a quedar dormido, se va a despeñar
por un barranco? y ¡¡¡Encima se estampará contra el huerto en el
que está el único saco de papas que en Gran Canaria existe
plantado!!!
Nuestro
tebeo, más malo que carne de pescuezo, nada dice de esto; se ofrece
al más mentiroso aunque le haya llevado a la justicia querellado,
si cobra, y, ¡¡no nos quedan sapos y mentiras que tragar en el
transcurso de la campaña electoral vía los tebeos!!
Ilustre
ingeniero agrónomo Don Carlos Sáenz Pavillard (Arucas 1960) ¿Porqué
no llega a la presidencia del cabildo un hombre de esta talla en
todos los sentidos? Lloré de emoción cuando supe que su padre
habiéndose desplazado a la península y contemplando las miles de
hectáreas ¡¡¡CULTIVADAS!!! Y los miles y miles de metros
cuadrados de sus almacenes, se fue a un rincón a llorar de la
emoción, en ver lo conseguido por su hijo largándose de esta isla
pasto de ingenieros de montes, como si fuera esto la Amazonía. Creo
que también lo hizo en el recuerdo de la eco-isla que dejó atrás;
gobernada por un ser que solo “entiende” de pintura y no quiere
saber nada de cogerle y echarle a la cabra, ordeñar, acarrear
estiércol, asurcar, regar, sembrar, recolectar; labores las cuales
presuntamente, le han azotado el culo, y por su pequeñez física y
de todas clases, le mandaron cientos y miles de veces medio muerto
para la cama, para al amanecer, descoyuntado, poderse mover cuando
collera le empezaba a calentar el cuerpo. Un lacerado y muy trabajado
no puede ser presidente de diputación, porque solo sueña con acabar
con todo tipo de trabajo. Será aun peor: intentará acabar hasta
con el suelo para extinguir la más mínima posibilidad de que
alguien trabaje. Cuando ve una azada se le engrifan los pelos como a
gato al punto de subirse por las paredes o por poste de teléfono.
Todo propicia y demanda un gran ¡¡¡MIAAAAAUUU!!! Enemigo del
trabajo y el progreso del que huye por su mandato para adentro, por
el miedo que engendra, por el daño que le hizo. Fuerte moralidad de
torpeza tan grande ¡maría santísima!.
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