El tiempo y el espacio

Por Luis C. García Correa
El tiempo y el espacio son las coordenadas de la vida.
El tiempo y el espacio son los dones que nos ofrece la vida.
Desaprovechar el tiempo y el espacio es pecar contra la vida.
La vida es el tiempo para hacer y para merecer. El espacio es el lugar donde vivimos.
La vida es un lugar y un tiempo.
Lugar para vivir y tiempo para realizar.
Desoír la voz de la conciencia es desentenderse del tiempo y del espacio.
El pecado es no aprovechar las ocasiones de hacer el bien; también de no evitar el mal.
Se nos ha dado tiempo y espacio para desarrollar la vida en comunidad.
El tiempo y el espacio lo vivimos todos por igual. La diferencia la origina el modo en que ocupamos, a qué dedicamos, de ese tiempo y de ese espacio.
Somos materia y espíritu. No hay separación entre ellos, no hay el uno sin el otro.
La ausencia del tiempo y del espacio es la muerte física y el nacimiento a la eternidad.
La eternidad es el principio y el fin del tiempo y del espacio.
Nacimos para morir.
La muerte es la liberación del cuerpo y el paso a la condición de espíritu inmortal.
La gloria terrenal es la felicidad con libertad.
La gloria celestial es la eterna felicidad sin tiempo ni espacio. Ya no necesitamos la felicidad ni la libertad para alcanzar la gloria celestial.
Dios es lo infinito del tiempo y del espacio.
El tiempo y el espacio de cada ser humano son dos líneas que comienzan con el nacimiento y terminan con la muerte.
No hay dos seres humanos iguales.
Somos únicos e irrepetibles.
Su tiempo y su espacio no son míos, ni los míos son suyos, ni de cualquier otro ser humano.
Somos únicos e irrebatibles porque nuestro espacio y nuestro tiempo son personales e intransferibles.
La responsabilidad de la vida es la propia vida.
Sin vida no hay espacio ni tiempo.
La vida marca el tiempo y el espacio, que dura mientras hay vida.
Creo, ciegamente, en la Divinidad de Padre Dios, de Jesucristo Dios hombre verdadero, y del Espíritu Santo Dios, que componen la Santísima Trinidad sin tiempo ni espacio.
La eternidad comienza con la muerte.
En el tiempo y en el espacio se desarrollan las vivencias terrenales de cada uno de los seres humanos, únicos e irrepetibles.
¿Está usted vivo? Está gozando y disfrutando del espacio y del tiempo terrenal.
¿Está usted muerto? Está gozando y disfrutando de la eternidad. Sin espacio ni tiempo, contemplando a la Santísima Trinidad y a la Corte Celestial para toda la eternidad.
¿Qué es el infierno? La ausencia de la Presencia de La Santísima Trinidad y por siempre jamás.
El valor del espacio y el tiempo que disfrutamos en vida no es cuantificable, es intransferible y es el único que tenemos para aprovecharlo, hasta cuando se acabe el tiempo por la muerte, y para pasar de la materia a espíritu y vivir la eternidad, en el lugar que elegimos con nuestra libertad.
El don de la libertad es un don divino, que solo Padre Dios puede concederlo para disfrutarla y gozarla en el tiempo y en el espacio que vivamos.
El tiempo y el espacio es el bien que recibimos cuando nacimos. El aprovechamiento del espacio y del tiempo está relacionado con los valores recibidos, aceptados y aprovechados.
El comportamiento humano es una consecuencia de los valores recibidos y aceptados.
Respondemos del tiempo y del espacio que se nos ha concedido. Lo que hagamos gravará o liberará el resultado del aprovechamiento del tiempo que vivamos.
Desde el nacimiento hasta la muerte sufriremos los ataques del mal, pero también dispondremos de toda la ayuda espiritual para hacer el bien por haber sido elegidos hijos de Padre Dios.
¿Qué piensa un ateo? ¿De verdad se puede vivir en el tiempo y en espacio de la vida sin la creencia de la existencias de un ser superior, llamado Dios?
¿El ateo tiene absoluta certeza de que no existe ese ser superior llamado Dios?
¿Cómo utiliza y se enriquece un ateo con el tiempo y el espacio?  ¿Empobrece su tiempo y su espacio?
¿Cómo es el tiempo y el espacio para al ateo? Me gustaría saberlo, para comprender a las personas ateas.
Creo en la honestidad del ateo.
Mis creencias, por mis valores heredados y aceptados, me dan la gran oportunidad de filosofar tratando de entender y comprender qué es el tiempo y el espacio.
Espero haber explicado lo que es el tiempo y lo qué es el espacio. Mi meta, mi ilusión y mi responsabilidad, que acepto en su totalidad, es tratar de ayudar.
Mis valores vividos con honestidad, lealtad y amor en el uso del tiempo y del espacio, me han permitido vivir la felicidad y aumentar mi libertad.
El tiempo y el espacio ¿qué son y han sido en mi larga vida? La ocasión de compartir la felicidad amando, con pasión a Padre Dios, a usted y a toda la humanidad. Y preparando el camino de la salvación cuando llegue la ausencia del tiempo y espacio por la muerte, para ir a la eterna contemplación de la Santísima Trinidad.
El tiempo y el espacio son la realidad que tenemos, mientras vivamos, para merecer el eterno descanso en el cielo.
El tiempo y el espacio son lo único que tenemos.
El tiempo y el espacio es la ocasión de la vida.
La muerte es otra dimensión sin tiempo ni espacio.
Se nace con un alma eterna y se muere con la eternidad del alma.
El tiempo y el espacio son el comienzo de la vida. El final del tiempo y del espacio es la muerte física.
Sin el tiempo y el espacio no hemos nacido.

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