Hipócritas somos todos

Por Antonio Domínguez
¿Tú sabes cómo puedes saber que también eres un hipócrita? Muy bien, ¿Recuerdas cuando te haces el sueco para no tener que saludar en calles y tiendas? Eso es hipocresía ya misma sin faltarle un gramo, no hace falta más esfuerzo para lograrla. Esa misma gente de la que huimos, de encontrárnosla de frente, y de sopetón, se solazarían de nuestras mejores risas, fiestas y bienmesabe de jolgorios-parapetos-apariencias, Alegrías y los más “elevados respetos”. ¿Ese soy yo así de retorcido? SÍ, Y usted o tú también mas, y el de la moto igual. Más adelante prometo síntesis en par de folios del concepto hipocresía devenido de amplias tesis y ya salvadas las antítesis. Siempre desde mi punto de vista y mirar. Hoy esto va dedicado a la guerra contra las manipulaciones y a combatir a los hechiceros de la tribu bailando las hogueras del fanatismo y la ignorancia para desalar a gente que vive tranquila lejos de preceptos, obligaciones, normas, ordenes, mandamientos, rituales… todo ello llevado a cabo por la figura de preceptores, tutores, instructores, mal educadores, maestros, guías, mentores, consejeros, ayos etc. a los que siempre les diré: SÁLVENSE USTEDES CÓNCHALE. Dejen a los pobres diablos en su imposible mísero vivir ya de por sí aborrecible y no le sodomicen por siempre y por turnos con el tremendo falo de creencias y disparates aptos para los templarios y los conventos de la era de las antorchas; los caballeros de no más racionalidad que el caballo; y los dragones.
Mientras en las personas no sea una sola cosa el pensar y decir la verdad sin recatos y conveniencias de una y otra parte, o de parte y parte, que parta y sin ocultar el delito que llaman pecado y sigan haciendo venia y rindiendo culto al vil apellido haciéndole grande de magnanimidades y limpio de impurezas -que naturalmente eso no Lo logra el mío que viene de las riveras del Guadalquivir ¡¡casi nada!!-, esto seguirá así como estuvo, está y no tengo miedo a decir: estará. Los padeceres del mundo son la deshonestidad la mentira y la artimaña amañada de decir y aparentar honesto el mas deshonesto; porque si hay mentira y deshonestidad grande y fea que jode, es cuando “los fulanos” dueños de plantaciones tratan de figurar como los tipos mas honrados, honestos, y verdaderos. Honestos no por verdaderos sino por omisión de la mentira la cual remiten reenviada a los demás para ellos quedarse en ambiente robado de demencial honestidad ominosa “VERDAD MENTIROSA”
Ha quedado estatuido por los estudiosos que este estado de vileza y degradación alcanza unas cotas de esquizofrenia absurda, a tal punto alocada que estos sujetos se solazan y arrullan en una amistad que al fin y a la postre es en contra natura, porque entregan esa especia de honra al metal por el metal, de cariño, amor amistoso al vecino más hacendado, sin tener la posibilidad de usufructuar una sola peseta de su fortuna, ni en cien años que para ello sólo viva (este disloque acontece también en las amistades más viles, a saber: los amigos de comercializaciones –que lo son todo lo humano-  cuando van saliendo irremisiblemente de todas las ocupaciones e ilusiones y ya en el camino siempre sin retorno “del asilo y hacia las tristes playas de la muerte”, aunque se conforman como los más grandes padecedores del sino-destino, lastimeramente, en continuo inexorable avanzar.¡¡creen que son eternos!! y se inventan vidas cielos y reencarnaciones lo/las que haga/hagan falta.
Le ocurre exactamente lo mismo a todo el género humano pero, incluso, a los chorizos, alcahuetes, malandrines, etc. a estos en concreto no se les puede llamar miserables bandidos como equivocadamente se les llama, porque no siendo los únicos padecedores de la miserable controversia humana  si son las verdaderas víctimas de una situación -ya como todas inventada por el creador-, me da lo mismo en la que estén metidos, son las de ellos todas malas insertados como es lógico en ese gran invento divino general universal. Estos pobres diablos son la carnaza, los verdaderos bandidos y miserables es otra cosa (a los cuales también ha creado Dios y que él los juzgue y hasta puede que los juzgados le hinquen la culpa al supremo juez juzgador con la pregunta de: “somos tu obra” ¿de quién es la culpa?). Tienen todos casa abrigo y comida.

Ah, se me olvidaba. Si te dicen que somos hijos de la muerte, diles mentirosos y chapuceros. Somos hijos de la vida que tiene su contrario en la muerte; que es la no vida aquí allí y en todos los lados. Desde ningún lado se puede venir a la vida porque está demostrado que nadie conoce esa vereda, de ella no se sabe absolutamente nada, ya que el libro lo hizo una comisión y lo imprimió un librero ¿Se le podría conceder veracidad histórica? Lo que no está demostrado es que desde una vida tan misteriosa, que de tan increíble, se pueda ir a otra más increíble todavía porque un humano la anunció preconizó y prometió. Estoy de acuerdo en la bondad, misericordia y honestidad de ese humano; y en cómo se le trata del único hombre bueno que ha habido; con coeficiente mental de setecientos o más para ir sobrado ante los salvajes de su tiempo, que solo pensaban de Dios en las putadas que este les cocinaba. No atisbaban ni tan siquiera que Dios no es un guerrillero bandido que se va a fajar a la trompada con su creación, por culpa del pecado que esta comete; pecado que como todo es de su creación omnisciente, poderosa: principio y fin de todas las cosas. Ánimo ¡¡¡A vivir sin miedo!!! NO PASARÁ NADA. La vida es mientras se está vivo. Aprovéchala para gozar, darte gusto y correrte de placer. Has de respetar profundamente, empezando por los dueños de los algodonares y demás grandes plantaciones, igual que a los mosquitos o a cualquier minucia de la creación. Considérales desgraciados por obtener todo al chasquido de los dedos, que por lo mismo son los grandes padecedores de las envidias y de los malos deseos de los pobres, que sí son ricos por su conformidad conformista.





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