¡Otra vez con los políticos!

Por Luis C. García Correa
Otra vez con los políticos porque no me cansaré de repetir que: UN POLÍTICO EN ACTIVO ES UN SERVIDOR DE LA COMUNIDAD.
"¡¡¡Un político elegido y en activo lo es para servir, y no para decidir!!!"
El pueblo decide, manda y ordena al político para que haga y busque la solución al problema que tiene y que le ha dicho su pueblo.
Los iluminados en política se dan en las dictaduras.
Para llegar a ser activo en la política se necesita tener una honestidad demostrada, activa y participativa.
"¡¡¡La política es el arte de ayudar al pueblo!!!"
Servir a su pueblo es uno de los mayores honores y responsabilidades a los que puede y debe aspirar quien quiere servir a su pueblo.
Para servir hay tener humildad y  mucha honestidad.
La arrogancia es la manifestación de la mala educación.
La persona honesta, leal y que ama a su pueblo ya sirve a su pueblo.
La honestidad, la lealtad y el amor a los demás es el gran cimiento de la felicidad, de la libertad, y del servicio a los demás.
"¡¡¡Servir con honestidad, lealtad y amor es de grandes donde los haya!!!"
Benditos y alabados sean los honestos, leales y que aman a su pueblo, ellos son el ejemplo y la admiración para tenerles la mayor consideración y respeto.
La honestidad, la lealtad y el amor a los demás no surgen por generación espontánea, es una consecuencia de la educación recibida y aceptada en valores éticos, morales o religiosos.
Glorioso es el País que tiene por hijos a personas honestas, leales y que aman a las demás como así mismas. Ellos son la esperanza en un mundo mejor. Y el presente lo llenan de esplendor, y no de egoísmo, odio y rencor.
Si un País no exige a sus políticos que sean honestos, leales y que amen a su pueblo, lo compadezco. Vivirán el terror.
Si un País no está administrado por leales, honestos y humildes ciudadanos, viven en una dictadura y está sujeto a lo que digan los de arriba.
La esclavitud ha vuelto a resurgir.
Por favor, no contribuya con su voto a que la dictadura de los de arriba le dirijan y administren mal los bienes de la comunidad: que son de todos y para todos, y el primer bien es la convivencia pacífica.
La honestidad es la madre de la que nace el bien propio y el de los demás.
Sin honestidad hay corrupción, que es el gran aliado del mal.
La autoridad viene de abajo hacia arriba.
La autoridad se delega, y el delegado tiene el honor y la responsabilidad de gobernar y administrar los casi sagrados bienes de todos, si es un auténtico servidor.
No se puede ser político en activo, y menos teniendo autoridad, si no es un auténtico servidor de los demás.
Servir a los demás es el gran y altísimo honor y responsabilidad al que llega el que ha sido elegido en votación honesta y correcta, y desarrollará su actividad haciendo lo que necesita ese pueblo con todo el amor de que es capaz.
Servir en política es una obligación y no una devoción.
Benditos y alabados sean los honestos, leales y amantes políticos de su pueblo que dedican su tiempo a servir a su comunidad con honestidad, lealtad y amor.
Todo lo que no sea servir con honestidad, humildad y amor es dictadura, de las verdaderamente duras. Y peligrosísimas.
Benditos y alabados sean los políticos honestos, leales y que aman y sirven a su pueblo, ellos son los que resolverán los problemas de la comunidad.
"¡¡¡Servir a los demás en política, con honestidad, lealtad, y amor, es haber llegado a la cumbre de la vida personal y social!!!"
"¡¡¡¡¡¡¡Bendito y alabado sea el político, en activo, que sirve a su pueblo con honestidad, lealtad, humildad y amor!!!!!!!"
"¡Otra vez con los políticos!" Y desearía que fuese la última vez.

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