Frase del día para meditar

Por Luis C. García Correa
El amor y la amistad nos ayudan a vencer el mal.
La lealtad, la honestidad, la humildad y el amor nos llevan a la santidad.
La valentía son los hechos del amor apasionado.
La cobardía es la sumisión al mal.
Cobardía es aprovecharse del cargo para hacer sus fechorías.
La vida es la ocasión de hacer el bien sin mirar razas o naciones.
Ayudar es el verbo que más hay que conjugar.
Soñar, aún despierto.
Los sueños de hoy deben ser la esperanza del mañana.
Contemplar la Creación es de sabios, si miran con amor.
Mirar debe ser para saber.
Reír es la forma de alegrar el alma propia y el alma ajena.
Sonreír debe ser para alabar y bendecir, nunca para ofender.
La maldad nos arrastra si la dejamos vencer.
El mal nos perseguirá hasta el final de la vida.
La esclavitud es la sumisión, por cobardía, por negligencia, por desidia, o por falta de criterio y voluntad. (Esta es la frase más larga, por la mucha esclavitud que hay)
El poder debe ser para ayudar, tanto en lo material como en lo espiritual.
Los poderes perversos son el enemigo fatal, por su cobardía, por su sumisión al mal, y por el gran poder que tienen.
Querer es poder, más allá del poder que se vislumbra al desear.
La santidad es haber llegado a vivir la humildad, la honestidad y el amor de la forma más natural y sencilla. Pero solo hay santos en el cielo.
La virtud es a lo que debemos aspirar.
La negligencia es falta de respeto, de amor, de amistad y de compromiso.
La amistad es compartir el bien a manos llenas.
El amigo está siempre en actitud de servicio.
La envidia carcome a quien la vive.
El perdón es de sabios y santos.
Rezar es hablar con Dios, y ser oído al instante.
Llorar debería ser para pedir perdón, por intensa alegría y por amor.
Vivir con lealtad, honor y amor es consecuencia de haberlos recibido de generaciones anteriores, y de haber correspondido a esa gracia con nuestro esfuerzo.
La casualidad no existe, existe la vivencia de una continuidad de hechos creados en el corazón y desarrollados por la acción.
La justicia es la vivencia de la santidad en hechos, desarrollados para el bien de los demás, para que todos tengan lo que es suyo.
La injusticia son los hechos de los esclavos del demonio.
El amor a los demás es el desarrollo de los valores heredados y practicados.
Convertir los sueños en realidad es posible si se ama con honestidad.
La honestidad es la virtud de los santos.
La corrupción es la consecuencia de la falta de valores y del poder del mal.
El dinero y el poder son medios para hacer cosas buenas, jamás fines.
Quien confunde el medio con un fin, vivirá equivocado, y morirá en la soledad.
La soledad es la acompañante que nos regala el mal.
El mal existe en realidad.
El bien se gana, no se regala.

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