“¡Soñar ¡” ¿En qué?

Por Luis C. García Correa
“¡Soñar ¡” ¿En qué?...
Soñar es una de las virtudes de la imaginación para volar más allá de la realidad.
La realidad es algo concreto y real.
Soñar es flotar en la inmensidad.
El sueño tiene la facilidad y la oportunidad de vagar sin límite y poder llegar al lugar ideal.
Soñar es algo que anida en el alma, más allá, incluso, de la realidad.
Soñar es una forma de buscar aquello que no nos da la realidad.
La realidad se suscribe al momento. El sueño no tiene continente, ni contenido, ni tiempo. El sueño realiza con ilusión el momento, convirtiendo aquel momento en algo ideal que puede resultar concreto, una realidad.
Convertir el sueño en una realidad es algo como tejer un encaje creado y bordado por la imaginación del artista y no encontrar la forma de acabar.
El sueño útil y verdadero llega con facilidad a la realidad.
La imaginación es el comienzo de algo que al ir buscando su ampliación no llega al final, porque la imaginación no tiene final.
El sueño con la imaginación forman un conjunto de nunca acabar.
No lo dude: sueñe. Pero hágalo en algo que pueda convertirlo en realidad. Porque si no, ha perdido el tiempo y el sueño se desvanecerá como la espuma en el mar.
Soñar es algo grandioso, algo que puede ser luminoso.
Con el sueño se alejan las tristezas del momento.
La tristeza es una mala amiga, que hay que relegar al pasado ya olvidado.
Siempre tenemos recuerdos y añoranzas del pasado.
Vivir en el pasado es estancarse en el presente, y no encontrar la forma de progresar.
“¡Soñar!” “¿En qué?” En lo que le de vida. En lo que de valor a su vida, a la que debemos llenar para poder conseguir la felicidad que es la meta a alcanzar.
Si los sueños, sueños son: no conseguirá lo que los sueños le deben dar.
Soñar debe ser para descansar, para volar por lo etéreo y concreto. No para atormentar, ni para divagar, y menos para amargar.
Trate de soñar con algo que podemos convertir en realidad.
La vida tiene circunstancias que crean tormentos y angustias, a las que hay que afrontar con la realidad, con honestidad y con el valor de defender la felicidad.
“¡Soñar ¡” “¿En qué?” En la felicidad y en el amor: que son las metas a alcanzar, para vivir con felicidad y amor en la realidad.
“¡Y el sueño será la más maravillosa realidad!”

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