La contaminación lumínica

Por Luis C. García Correa  

 La contaminación lumínica del cielo, de la bóveda celestial, de no poder ver y contemplar la maravilla del cielo estrellado, y sus movimientos, es de una enorme gravedad con el consiguiente enorme gasto de energía contaminante, nos lleva a la paradoja de que a mayor y mejor estándar de vida, mayor es el desastre que se origina en la contaminación y destrucción del imprescindible hábitat natural. Esto es una paranoia con arrebatos de locura.

¿Cómo hacer comprender la ilusión, y hasta necesidad, de poder ver todas las noches que sea posible y contemplar la maravilla del  firmamento, teniendo una iluminación adecuada?

Hay lugares, como en la Isla de La Palma, en las islas Canarias, España, que su iluminación de calle y espacios públicos no contamina y permite contemplar y examinar la maravilla de la bóveda celestial.

Siempre me he planteado cuando he tenido la suerte de contemplar las estrellas ¿habrá vida como la nuestra en otro lugar?

Otra de las manifestaciones, supongo que difícilmente discutible, es que ese espacio inmenso, casi infinito no se ha creado a sí mismo, y a quien lo ha creado lo llamamos Dios, es Padre Dios. Infinitamente superior a nosotros. El que es por sí mismo. Así lo creo y así lo digo.

No creo que sea posible autocrearse sin la intervención de Padre Dios. Quien crea ese es Padre Dios. Y Dios no se crea a sí mismo, es eterno, Él ha creado el tiempo, y el espacio, y todas las cosas.

¡Ven! ¿Cuánto y cuántas cosas nacen en la mente y se desarrollan de la contemplación del espacio sideral? Algo que echo de menos y que dejé de hacer desde que comenzamos a ser del llamado “primer mundo”.

Dicen que los del primer mundo viven mejor que los del tercer mundo. Dicen que dejamos de ser esclavos, que estábamos sometidos al mal por imposición de los poderes perversos, a quienes ahora resulta que les damos más  dinero y más poder.

¿A qué estamos esperando a exigir que volvamos a poder contemplar el cielo estrellado y así poder vagar por el universo sin límite ni impedimento  hasta llegar a la eternidad?

¡La contaminación lumínica es un mal que pagamos todos! Por eso todos deberíamos apagar algo de luz.

¿Está de acuerdo?

¿Cuál es su honesta opinión con su honesta participación?

La que sea, gracias y que Padre Dios le bendiga, sea creyente en Dios o no.

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