¿Usted quién es? Soy grancanario.

Por: Luis C. García Correa y Gómez
No basta con haber nacido o vivido en Gran Canaria, se necesita sentirla, quererla; y se siente y se quiere cuando se alaba, se protege y se lucha por ella.
Cualquier iniciativa, particular o social, de la sociedad o de la política, que luche por Gran Canaria, no sólo es de agradecer sino que es necesaria y un deber.
Se quiere a Gran Canaria cuando no se la degrada, cuando no se la ensucia, cuando conozco, exhibo y protejo nuestra bandera bicolor, cuando lucho en todos los sentidos y en todos los frentes, creyendo que tenemos algo parecido a un paraíso:
Tenemos el clima más benigno del Planeta Tierra.
Playas maravillosas.
Paisajes emblemáticos, con el pino y el drago.
Una gran ciudad, motor de la isla y del Archipiélago.
Somos un continente en miniatura.
Estamos en medio del Archipiélago y del mar de las riquezas.
¡Qué puerto y qué aeropuerto!
¡Cumbres las de mi tierra!
Y, sobre todo, que la queremos.
Y todos, sin dejar uno, tenemos la dicha, la obligación y la posibilidad de, a diario, hacer algo por nuestra tierra.
Tenemos que tenerla y hacerla presente en todo momento.
Priorizar en nuestra isla actuaciones particulares, sociales, políticas, empresariales y de los gremios de los trabajadores deben de ser una constante preocupación, que ocupe la atención y lleve a la acción de cada grancanario.
Que levitemos, que nos elevemos ante nuestras pisadas antes de maltratar con nuestros pisotones los pasos por nuestra tierra.
No hay mayores acciones y con sus efectos positivos que el querer, apasionadamente, a nuestra tierra.
Tenemos que inculcárselo a nuestros hijos y nietos.
Espero que ya haya comenzado a brillar el resplandor encantador de Gran Canaria, por las últimas manifestaciones.
Me parece que los grancanarios ya estamos haciendo y actuando como lo que somos: sus queridos hijos.
Seguir queriendo a nuestra tierra no sólo es un hecho de bien nacido - que hoy tanto necesitamos, - para rehabilitar y realzar el bien que tenemos, sino que con ese cariño reforzamos la felicidad de nuestra vivencia normal y de quienes nos visitan.
Y QUE TODOS podamos preguntar ¿Usted quién es? Y que nos contesten: ¡soy grancanario!
¿Usted quién es? ¡Soy grancanario! Este debería ser la contraseña de todo grancanario.
De nosotros depende, y no de otros.
¿Usted quién es? ¡Soy grancanaria! ¡Soy grancanario!

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