¡Tamaraceite cambia!


Tamaraceite, años atrás, era conocida por sus palmeras, que le dieron nombre a este valle, por las fincas de plataneras, por el Cine Galdós, por las verbenas en la Plaza, por los bizcochos de Dña María Villegas, por ser paso obligado para los viajeros al norte y centro de la isla, por las orquestas, por la Sociedad de Recreo, por el teatro, por el arte de su gente, por las cuevas de la Montañeta, ... y por un sinfín de cosas buenas y algunas no tanto. Pero a partir de ahora tendremos que cambiar el chip, porque a nuestro pueblo de Tamaraceite se le conocerá en todas las islas por el Leroy Merlín, por el Decathlon o por el Lidl. 
Si nos asomamos a la ladera del Diviso podremos comprobar como lo que destaca es el Leroy Merlín, cuya tela asfáltica ha sustituido el verde de nuestros campos y estanques enterrados bajo las palas de los tractores del progreso. ¿Qué va a dar puestos de trabajo? Pues sí que va a dar algunos. Pero lo que es prosperidad para este pueblo creo que poco, al menos no lo vemos por aquí. Porque nos traerá más atascos, más gente, más intranquilidad, más ruidos nocturnos, más asfalto.... y ya lo estamos viendo y viviendo.
¡Qué lindo era mi valle de Tamaraceite! una frase que la oiremos mucho a partir de ahora y si no a medir contaremos. ¡Ojalá me equivoque!

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