¡Ay mi Gran Canaria!

Por Antonio Domínguez

Qué difícil es el relato de lo humano que es, y del humanismo que no tiene. Qué difícil es la introspección sabia, sobrenatural. Que imposible es pedir o impedir mesura a un hombre que lo que quiere es manejar a su antojo todo lo antropológico; sin tener él nada de lógico ni ningún raciocinio su conducta. Puede ver como osadía y atrevimiento una meada de alguien tras de una tabaiba; y antes que como un gesto del decoro al esconderse el buen hombre, porque le da apuro mostrar tamaña y semejante ”desageracion” pues, ni se entera, acusando al buen hombre de haber llevado a cabo un atentado contra la hierba, deliberadamente, a plena conciencia blablablá. En sociedad de toletes, ¡¡¡ni nombremos a sus representantes!!!

Gran Canaria no se merece tener a un radical ecologista y artista gobernando la isla; además de “ligerísimos enconos” con los animales, es por Antoniomasia, no gran amiguito de los verdaderos dueños de la isla, que se han gastado el dinero de sus sacrificios y ahorros para comprarla en pequeños trozos cada uno; que ya en esos altos de Jalisco no tienen valor ninguno y nadie los compra porque sabe que “el maravilloso cabildo” supuestamente es el dueño de facto del rincón isleño que se le antoje, por la cara y mandando a sus empleados a aburrir hasta a santa Genoveva de Brabante bendita para que termine cogiendo el coche de hora en dirección de los suburbios a prostituirse –por desencumbrada, nunca mejor dicho-; no apareciendo jamás por sus pertenencias que ya gestiona el cabildo y el director de los matos y hierbajos; que se la echa mas, que si fuera un mercedes 500.

Que fácil es escarrancharse en el púlpito, sabiendo que ningún medio dirá pio porque no quiere disgustar a quienes le tienen comprado con favores y publicidad. Somos algunos que no sabemos del presupuesto y su cuantía que compra a amordazados por ser padres de familias con hijos de la a, a la z; “y por llevarse el asunto en secreto, quilómetros bajo tierra escondido”

Desde antes de José Miguel Pérez, no se llegó al Cabildo par ayudar al mayoritario campesinado. Nadie le dijo todavía hasta el momento al miedo ambiente (Báez), no salgan al campo a multar, salgan a ayudar, pero ellos hacen muy bien dos cosas: acechar como arpía y lanzarse en vuelo raso a multar en cuantía que desgracia para siempre a cualquier casa de familia “que cometa el delito” de segar para cabra arbusto protegido.

El lema de José Miguel, que le escuché en público: “ante una protesta una acción” jamás le oí decir de acciones para evitar las protestas; era tan simple que ponía en sobre aviso su no compromiso real, eso cuando no mandaba a Demetrio a decir las Pérez-Demetrio pajadas para equinos, y eso, cuando decían verdades.

Parece ser que los sistemas inventados por estos mandarines y anteriores se siguen porque se dice por gente de peso en el Cabildo que: “La sobreprotección de la naturaleza en ambientes de naturaleza antrópica solo lleva a su destrucción” pero no aclara de quien es la destrucción si  del hombre o de la hierba. Enfrenta al hombre con la hierba, y se queja subliminalmente del hombre en favor de la hierba. Ganará la hierba, que defiende con la vida, mientras él esté manejando las bridas del alado corcel: mientras tenga el bolígrafo cargado para desgraciar al hombre en el medio.

¿Qué es lo que se ha venido haciendo en las últimas décadas por las personas en ambientes antrópicos? ¿Es que no les da vergüenza cargar de razones al campesinado y hablan bien de él para llevárselo preso igualmente, solo que a traición? ¿Esa es la razón de que hablaba el ancestral Pepe Pérez? Esto último, dicho desde mi no respeto, el cual se ganó, porque confié en él y su política para los descamisados y me engañó al punto que no volveré a votar, porque el campo ni lo nombró; convertido en chico guapo. Perdonavidas, y ya regresó, en plena ida, porque sabía que no podía escalar más alto en política, o sea, trató de figurar y de echársela ante las amistades ¿lo consiguió?. ¡¡Que va!!.

En vez de salir el cabildo a decir, hasta aquí hemos llegado. ¿Vamos primero a proteger un árbol antes que un hombre?. ¿Vamos primero a contemplar el desarrollo inicial vertical en cualquiera de sus vertientes, y vamos a dejar abandonar el miedo ambiente? (Báez); ¡el ambiente del miedo, en el miedo ambiente, del ambiente, le echaremos, y vamos a dejar el ambiente en manos del hombre, que pueda talar para cultivar, como se hizo se hace y se hará en economías de deyección evacuadas en el estiércol.  No se la echen , que esta es una agonía (“economía”) pendiente de la bolsa de reparto de alimentos que viene camino de Europa y pasa por Madrid; hasta el punto que aquí se proyecta una eco isla; diga lo que diga Báez. Ahora que mandamos en las RUP, ¡¡a chupar del bote se ha dicho!! A echarnos a correr contra todo tipo de males y bienes, a cantar penaltis dudosos y de todas clases, y, que trabajen ELLOS.

¡Pues no señor!, salen a tocar el culo al campo y campesinado simulando una comprensión absoluta de sus gravísimos problemas, para atenuar y subir al éter las críticas de los agobiados damnificados, poniéndose de su parte hipócritamente, cuando con lo que están de acuerdo es con el ecologismo salvaje que pretende un campo decúbito supino o en posición fetal para hacerle malcriadezas todos a la vez a reventar ¡¡¡Pero coño!!! ¿Qué daño les ha hecho el campo y los campesinos?. ¿Porqué no les solucionan lo mas mínimo?. Cada vez que hay una desgracia-hecatombe DICEN que cuentan con los pastores, y yo no veo pastoreo extensivo por los barrancos; y creo, me parece, que lo tienen prohibido 

Sin soluciones y con montañas de promesas que no se cumplen, hechas exactamente iguales cada año que pasa; lo que sí es nuevo es el escribir los dañadores “a favor” de los dañados ¡¡esa sí que sorprende en lo que a técnicas!! Hay que felicitar al Cabildo por dar leña reculando, como Sombrita. Por tomar activa en vez de pasiva. Por decir puta antes que se lo digan. Por sentarse a plañir en el duelo del campo hipócritamente y por otro lado (en ese duelo) bebérseles el ron y atracándose de caldo-gallina para terminar zampándose hasta la gallina y hasta a Cristo vendito si se terciara.

Eso de que “la protección de naturaleza en ambientes de naturaleza antrópica solo lleva a su destrucción”, primero hay que precisar: la naturaleza no antrópica  se llama medio natural porque no está ambientado y fuera de la mano del hombre y por consiguiente tramontano en el quinto coño; objeto de ser talado para provecho humano u olvidado para siempre como un no mundo; manejado por y para funcionarios de montes, los cuales yo me creí que servían para señalar caminos a bestias y abrir trincheras. Jamás creí que sirvieran para ayudar a arruinar terrenos de labor plantándole floresta absolutamente improductiva. El dicho pensamiento “antrópico” puede ser una exageración, mentira, manejo globo-sondado, ardid, toque por dentro, burla, choteo etc. porque aquí se ha protegido la naturaleza hasta la ahitera, y a la población solo le “jincan” multas de increíble cuantía, por quítame allá “esas pajas” . así es que no veo yo el acotejo que tiene ese disparate, atenido a que no se actúa conforme al enunciado, sino totalmente al revés: haciendo calentar a los antrópicos para que se vuelvan locos y hacerlos salir echando lo que se comulga, a conducir un Taxi con toda su familia descarriada en el polígono; entes necesarios en las páginas de sucesos, robos, estalladas en coches ajenos. Vamos, o sea, bellas personas que su territorio es DICOVERY.

Nunca se tuvo en cuenta, ni se tendrá en cuenta la presencia antrópica, sí todo lo contrario. “Vieron siempre a las personas como a hormigas a las que se puede aplastar sin incurrir en desobediencia de ley alguna; ni divina ni humana”. ¡¡¡A otro perro con ese hueso!!!.

Se dispone siempre en el cabildo de uno o varios liantes profesionales. El funcionario en cuestión no creo que tenga conocimientos para escribir mas allá de los G.I.F., luego, el resto del comunicada que se multiplica en dos páginas, es de suponer y presumir, por consiguiente supuesta y presuntamente, que le ayudó el pleno del cabildo en su completitud; lo digo porque lleva el sello de la casa, claro, esto no se puede decir de manera veraz, es por lo que digo una vez mas al respecto y para todo el texto: supuestamente y presuntamente.