"Tesis personal acerca de la existencia de Dios"

Por Luis C. García Correa
Quien tiene fe y cree en la existencia de Padre Dios es creyente.
¿Es posible no creer en la existencia de Dios? Por supuesto que sí.
La Divinidad es el Ser absoluto, la fuente de todo ser, algo humanamente inimaginable de donde nacen por creación todas las cosas buenas del mundo, y todas las virtudes, humanas y espirituales y en grado infinito.
Desde el punto vista bíblico, el Dios en el que creo es omnipotente (todo poder), es omnisciente (todo lo sabe) y es omnipresente (está en todo). Dios es el puro bien y el puro amor. Dios es la Perfección infinita. Dios es la pura e inmaculada honestidad y la plena libertad.
Padre Dios es humanamente incomprensible e inaccesible. Es lo otro. Pero si nos ha creado, y a su imagen y semejanza, algo nuestro nos puede hacer intuir, aunque sea análogamente y a oscuras, algo sobre Dios.
¿Qué es la libertad humana relacionada con la Divinidad? La libre opción de aceptar el bien y rechazar el mal de acuerdo al amor, a la fe, a la honestidad y responsabilidad personal.
Ese Dios en quien creo resuelve y da valor, sentido y contenido trascendental a mi vida. Y como final de mi vida terrenal considero el cielo la eterna contemplación de Padre Dios.
¿Cómo convencer de la existencia de DIOS, UN DIOS VERDADERO?  No lo sé.
Siento a Padre Dios, le percibo intelectualmente y hasta constato hechos a los que no les encuentro explicación humana. Es un ser tangible a mis pensamientos, sentimientos, valores, creencias y vivencias, pero no a mi contemplación, lo que encuentro lógico porque quien ve a Padre Dios jamás puede volver por el abismo, ya que la diferencia con la realdad humana es infinita e inimaginable.
PADRE DIOS, tú no eres un desconocido. ¿Cómo te puedo presentar y dar a conocer?
No solo creo, percibo, y siento, con el corazón, sino que sé que me escucha cuando me dirijo a él, sé que me puedo comunicar con UN SER LLAMADO DIOS. Yo entablo y mantengo así conversaciones con Padre Dios. Los cristianos siempre han llamado a esto hacer oración.
Con ocasión de mi grave operación Padre Dios no ha estado lejos de mí. No tengo sensaciones físicas que corroboren estas palabras, pero sí sentimientos entendibles, casi perceptibles físicamente, como son los efectos de mi rápida recuperación.
Yo uno otras vivencias a la defensa de la existencia de Padre Dios, como la libertad, la honestidad, la humildad, el amor y la amistad, y en especial la felicidad.
Me educaron en el amor apasionado al Primer Mandamiento, y que acepté: Amar a Padre Dios sobre todas las cosas y a usted como a mí mismo. Si no le quiero a usted como a mí mismo soy un cuentista, un charlatán que trata de convencer sin poder demostrar, pero sí sentir la cercanía de Padre Dios.
¿Qué es la libertad? El libre, seguro y responsable comportamiento de poder elegir entre el bien y el mal.
¿Qué es la honestidad? El ejercicio seguro del bien, para el bien, con el bien, y por el bien.
¿Qué es humildad? Vivir la verdad con realidad y amor.
¿Qué es el amor? La unión que une más allá de la realidad material, con plena honestidad y con plena libertad.
¿Qué es la amistad? La relación honesta y veraz del amor en la amistad.
Con estos criterios quisiera confirmar que la fe es un don al que se llega por la oración. Creyentes o no. No sé si se puede llegar a la fe por el solo raciocinio o el racionalismo.
La fe es un cimiento, creencia y vivencias fundamentales para tener el amor a Padre Dios, y comunicarnos con Él.
No sé lo que he conseguido en mí alocución tratando de mostrar cómo veo la existencia de Padre Dios.
Espero que al menos alguna duda a favor haya podido suscitar.
La duda de la existencia de Padre Dios puede existir sin tener la fe.
La fe puede llegar si se pide con fervor, amor y honestidad. Padre Dios jamás abandona a quien quiere ser su hijo solicitando la fe.

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