"DE LA TRANQUILIDAD Y SOSIEGO DEL HOMBRE Y SU NATURALEZA FÍSICA”

Por Antonio Domínguez

Prólogo o sinopsis para mi libro “DE LA TRANQUILIDAD Y SOSIEGO DEL HOMBRE Y SU NATURALEZA FÍSICA”. No metafísica conducente a la suposición y la creencia, frustración, desengaño, al error, chasco, y al revés, fracaso. 

El amor no brota; ni es como el grifo de la ducha por el cual sale el agua a borbotones y se la puede echar cualquiera por encima, en la cantidad que, a capricho se le antoje. Tampoco es un pantano que para abasto, de amor está lleno. Tampoco es fuente de la cual se puede beber noche y día. Tampoco son olas marinas perpetuas besando playas y piedras. El amor a sí mismo es lo que es, ¡y es!; el otro y lo demás al respecto ¡no es! o, es mentira semántica por no significativa y etimológica por desconocerse su causa, razón, motivo y origen; por lo que nada puede aportar y significar. Que la humanidad me perdone despertarla de madrugada. 

El amor no es ultrasónico, ni más luminoso que la luz, ni tiene nada que ver con la divinidad sensiblera de los cristianos inventada para rascarle las espaldas a Dios, al cual no le hace falta ninguna el amor raquítico del hombre; que a su vástago da manjares abrigo y placeres y al prójimo le da una migaja de pan y se le va la vista tras la mano. No solo no ayuda con fundamento al otro sino que presume de gran samaritano; la da solo para engañar a Dios y que vea cuan bueno es su adorador. ¡¡¡Como si Dios estuviese todavía en lo de los panes los vinos y los peces!!! ¡¡Cuánta ignorancia torpe del que se maneja por cuenta ajena en los grandes simas abisales de mas allás solo aptas para el propio entendimiento (que siempre es muchísimo mejor auto engañarse) manejado por cuenta propia liberadora siempre, del terror al fuego, que, aquí no ha venido nadie a tener miedo a nadie y menos a absolutos y desconocidos. Ni tan siquiera con mínima o máxima verdad personal se garantiza el préstamo de un amor para siempre. Sí, el amor es siempre prestado. Nadie está preparado para mantenerlo dado –ni recibido- a capricho en el tiempo. 

El amor vive dentro de cada individuo, y solo lo puede sentir él por personas animales o cosas, pero, no o puede dar a algo o a alguien. La prueba es que ese sentimiento, muchas veces un ajeno no lo siente por o, la que de amor pena por él. El amor más rico se siente en los órganos de cada individuo y siendo practicable es intransferible aun con la mirada, porque no es como el del PP con un pie metido en el centro, y, si con tan poco se transfiriera, todas las calles estarían atiborradas de apareamientos por todos lados y a todas horas. Que, si lo miramos bien desde lo material ¿quién no se enamora del Rolls Royce de la película, el cual, ni verá en la realidad? Los amores no se saben en quienes están ni por a lo que están dispuestos. Todos amamos ni más ni menos que lo que ama un asesino, o ama el conquistador jefe de las religiones –sectas todas-; o los mandos y mandados militares; los Idi Amín Dada, Hitlers, Francos y Mussolinis, verdes y maduros, ultras, sicarios, reyes y faicanes-sacerdotes de todas las sectas-religiones; incluso de tribus, comerciantes e intermediarios, asaltantes de bancos y salteadores de caminos; así todos los bandidos de cualquier calibre y tamaño, como así mismo todo tipo de personas de cualquier pensamiento y noble condición somos enamorados de nuestros padres hijos y nietos. Honramos lo que añoramos y sufrimos por lo que queremos y no alcanzamos. Qué, donde la inteligibilidad del amor estriba, qué, donde claramente se ve una intensión de parte desinteresada, más que animal, humana de puro interés por la especie; que es donde se paralizan todos los amores dejando sin sentido a todos los amores miserables y mentirosos-exagerados-chovinistas, que recrean y contemplan marasmos anímicos amasados con cargas de pusilanimidad, cuando ya está pasada de moda y es trasnoches “infinitas” la religiosidad. Con ello se va derecho a los terrenos de las creencias, la equivocación, y al dejarse manejar por cuenta ajena de los primeros que le convencen de la inoperatividad de Dios, frente a las solvencias y grandezas del diablo. Pobre diablo. ¡¡¡Como si Dios fuese rehén de atracador en un banco, o haya un ser superior a ÉL en el universo!!! 

Todos tenemos tanta capacidad de amor o más que la de Ávila o la de Calcuta o, la del santo mas vendito, lo que pasa es que ellos/as avaros egoístas de máximos premios divinos y profundamente convencidos de que Dios es amor.- e infelices-, piensan que a Dios le gusta ver a los de su creación pasando calamidades adorantes sin pensar o preguntarse ¿En qué le cunden a Dios sacrificios y penalidades de redención?: en nada. Claro, son tan elevados que se ponen a pensar por Dios convencidos que Dios piensa igual que ellos. ¡¡¡Que a Dios no le haces falta para nada hombre!!! Termina de vivir tu vida de la cual has perdido más de dos tercios. 

Dan su cuerpo a las enfermedades (CREENCIAS) y Dios no quiere enfermos quiere gente seria que no dé el coñazo con oraciones continuas mentidas en la continencia incontinente. A los que se flagelan y se martirizan con eso del pecado y están siempre pendientes de no pecar y rezando pá acá y rezando pá allá, a esos para los que la creación ha sido un fracaso huyendo siempre del papel para el que Dios le creó y no se han dejado tocar de la alegría divina, sí serán repudiados porque es evidente que han tenido más en cuenta al “diablo” y los pecados, que a ÉL y sus perdones sin fin, mejor, su incapacidad de hacer violencia y daño tanto a Fidel como a Maduro, o mercader fenicio al por mayor. ¡¡¡Que tolete es el hombre temiendo a quien no tomó nunca, ni toma, ni tomará represalias porque en su infinita bondad está atado, incapacitado para hacer, o dejar hacer el mas mínimo daño a nadie después de la muerte; después de haber estado en esta absoluta deyección y mentira evangelizada y todo!!!. Que, por otro lado ÉL mismo creó los bandidos, ladrones, la injusticia, curas y políticos etc. a ningún ser malísimo que él ha creado no le hará ni permitirá daño para él, empezando porque no tiene derecho a ello. Precisamente por lo muy Dios que es, no se permitirá la cabronada de crear a unos inocentes mentecatos, deshumanizados por descerebrados asesinos: Franco, Hitler o Mussolini para después ponerlos a arder por la eternidad. ¿Usted no comprende que eso no se lo puede permitir ningún Dios? Qué, ¿me va nombrar, a hablar, de eso de los designios y de las inescrutables divinas; o me va decir del libre albedrio refutado por Schopenhauer hace una jurria de años? 

Como los sentimientos los sienten solo los que están “sintiendo amores” gratuitos por los demás; con una intensión de comportamiento en la conducta. Nadie tiene derecho a tener una cohorte de pobres en propiedad para dar diez céntimos por orden y a cada uno para “sentirse vivo en la muerte ajena y correrse de amor”. 

Tampoco la felicidad se puede trastocar, trasmitir o entregar como si de verdad existiera. Es como el amor y la libertad que moran en quien su cerebro les diga quédate. Se sabe que en una dictadura; bajo los rigores de un dictador dictando se pueden sentir esas tres virtudes: amor, felicidad y libertad; inventadas, de las que va esto, además de sentir amor aunque sea amor propio o del propio yo; se puede sentir felicidad solo dentro de las cabezas de los privilegiados; cargos políticos y demás grandes y pequeños afortunados. Colocados por el dedo gordo del delegado provincial, hombre de más confianza del dictador dictando. No se es político; en ninguna dictadura ejerce un político, son mascotas “devoradoras de amores” y de vergüenzas. Se deduce que el sentimiento de libertad está proscrito porque hasta los que tuvieron el mas mínimo mando se acojonan de su propia experiencia “matando gente”/ que no solo se quita la vida eliminándola; sino también llenándola de luto, imposibilidad y penuria/. Con lo cual saben, y estarán preparados, solícitos y como rehiletes: mandarán vivos al paredón, si otra vez se ofreciera, a todo cuanto halito de vida tuviere y a cuanta sola brizna de hierba odiare; o tan solo no le fuere simpática. Demuestra que el amor es univoco y personal, que su antónimo el odio es así mismo idéntico en sus cotos “se odia como fastidio a todo lo que te quiere y se quiere se teme y se respeta como enfermo” (si admitimos que la humanidad es un grandioso cuerpo enfermo) a todo lo que te odia. No se puede amar la paz genéricamente o la verdad o la honradez, hay que vivirlas: hay que contrastar las virtudes y ponerlas cara. No se puede legitimar en sentido figurado y pregonar el amor a cambio de nada; que a pesar de ser intangible por intransferible es esa una mentira tan grande como la casa de D. Bruno. 

No hay un sentimiento verdadero de amor (sin estar buscando ganancias y reciprocidades) tan grande y universal saliendo de un solo individuo y sin elásticos en el culo. 

Todos los dichos actos demostrativos de amor por otro/s, son ejercicios de amor por uno mismo. Tengo un hermano con auto amor (a sí mismo) exagerado. Hoy tiene sus hijos en los cuales se vuelca totalmente, y, la gente dice que es un amante de sus hijos encomiable. Yo digo que fustigado por el genio de la especie y el amor a sí mismo es el que le fustiga a delegarlo en sus hijos como delegación continuadora de postración ante sí mismo tal, que no se arredra a perder, si puede, ante la mismísima eternidad. Después de haber sacado a sus hijos para adelante, ahora se violenta por sacarlos de lado, al lado. 

------------------- 

Hay tertulias, parlamentos, juntas para todo, conversaciones y mil y una reuniones, donde unos apreta y otros aflojan hasta que se ponen de acuerdo; y se consiguen ciertos vínculos, pero, de amor, leches; de felicidad cafés, y de libertad gofios de millos foráneos chavetudos, recalentados por apilamientos estibados y por de antemano hediondos, con mal olor.