Obituario: A Doña Consuelo Cabrera

Por Antonio Domínguez
Hoy es su funeral en la Iglesia de Tamaraceite a las 19:00 horas, y por lo tanto, es día en que se le pide a Dios formalmente la acoja en su seno, en el cielo ¡¡Lo que complacerá a Dios cobijar a tan gran persona!!
Nunca es tarde para el compungido acobardamiento y sentimiento de pérdida por DOÑA CONSUELO CABRERA. Emoción que vierte feliz, mansa y continua cuanto más nos ocupa porque traemos al recuerdo las imágenes, gestos, andares y costumbres. 
Ya su imagen personal a primera vista era contundentemente aplomada. Representante de una familia de máximos buenos comportamientos. De ideas intachables a tenor de sus lindas acciones. Por su figura alta, guapa y elegante daba la sensación de que este pueblo obrero (que no barrio) había sido premiado. Perceptible se percibía su trato social, no altanero, desde su juventud, que es en ella donde los señoritos más torpes están más perdidos, que es, cuando hay que hablarles por papeles. Su pensamiento tal como le vimos conducirse siempre, decimos que fue de un diez, dado que no se puede entrar a medir en ajena cabeza, pero, “Si por sus frutos los conocierais”, desde ya conocemos pera decir que pasan de diez tirando para veinte. Cuando se la miraba le parecía a uno estar viendo una completitud de todos los conceptos exactos ya dilucidados expeditos y aclarados; en ella representados.
Su figura egregia; emuladora de la estatua griega. De no grandeza de grandísima, pero sí de
importancia para sus hijas, tanta, como la monolítica esfinge de Giza. Era de perfil helénico  fino, con aspecto de redondez afectiva. Sus apareceres siempre fueron deseados en donde quiera que apareciera ante sus amigas ¡¡¡Hay que ver las alegrías y regocijos, respeto y consideración, que sentían vecinos y conocidos, y ella misma, cuando en sitios públicos se encontraban y saludaban!!! Reproducía multiplicando siempre su buen carácter, amabilidad y honestidad. Se ve clarísimo que siempre solo copió de sus mayores todas y solas las buenas grandes enseñanzas, era un modelo de señora en todos los aspectos, sin excluir el de su sobria, parca, elegida, elegantísima vestimenta.
Como dibujo grabado en lámina; como fotografía copiada en ilustrada estampa; como santa con el manto para la fiesta… el hálito,  aura, espíritu, sino y destino es así. Así es/fue DOÑA CONSUELO CABRERA. Deseo que Dios la tenga ya en lo más altos sitios de su gloria; que siga haciendo por su familia y que cumplidos los tiempos los lleve a todos a disfrutar de la eterna unión divinamente acompañados, igual que humanamente, siempre lo han estado. 


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