Grandes gofios

 

Por Antonio Domínguez   

Ver que Ronaldo – jugador de pelota– tiene las atribuciones de presidente ruso o las del de los Estados Unidos, es natural en tanto que mueve gentío gran masivo, que delira solo con verlo. Pasa lo mismo con cantantes  que ama el gran público. Condición sin la cual, para llenar estadios en concierto (desconcierto), es menester mandar gritos a musicales. Cualquiera sin saberse los acordes de la guitarra y menos saber cantar reúnen en descampado a decenas de miles en desconcierto. A todo esto cuantos más decibelios mejor. Hemos pasado de andar con pata de lana para no despertar al ogro que nos arrancaba las orejas a porrazos en comisaría, a dar gritos a cuanto nos da el gallillo correteando las calles por todo y por nada: por nada y cosa ninguna: ¡¡¡EXIGIENDO!!! Trabajo y dinero a Europa cuyo, dinamitaron Cabildo, gobierno canario y gobierno español, por ese desorden.

La humanidad es de mano abierta en/con todos sus vicios, aficiones y creencias. En cualquiera de estos tres extremos, ellos: politicuchos, peloteros y cantantes que no saben leer partitura, cada uno constituidos por múltiples grupúsculos (de gustos melindres y creencias) al ser universales estas tres calamidades son montones de gente de la misma tendencia-fundamento, dentro del fundamento que es más general que único, aun así el más pequeñito de los que tiene cualquiera de ellos son legión de toletes en los más grandes o más pequeños toletazos de los toletes eternos; que lo fueron antes y lo serán después del big bang… volverán a serlo después de otra nueva mega-atómica explosión universal. El tolete tiene las condiciones de un Dios: estará siempre y en todo lugar. La condición de tolete ni la extermina el fuego ni el agua ni el ácido sulfúrico, ni siquiera el tiempo porque es eterna esa condición. He llegado a la convicción de que un mundo sin toletes sería como un mundo sin enfermedades, sin muerte, sin pecados y sin delitos ¿Qué sería de nosotros sin nuestros queridos toletes; sería la perfección o el hastío? No confundir, puede ser un tolete tremendo un licenciado; alto clérigo; el descubridor de la vacuna; Sergio Ramos; Nadal; Sabina y, de Hemingway y Nostradamus me encuentro capacitado para decir que efectivamente lo eran: grandísimos toletes. 

Así los marxistas son millones y no menos los trotskistas, leninistas, habitatistas y cualquier tendencia fuera o dentro de esa idea en general. Lo mismo hay a millones derechas que sirven a dictadores; no menos a la conservación; no menos a la preservación de sagrados escritos; también hay miles de millones de personas observando esquinas distintas de la misma idea que para él son iguales —porque se lo tienen dicho— de los que opinen igual, y, aunque solo sean tres los que con él coinciden llamaran toletes al resto de los humanos; de los cuales él únicamente endiosa y mitifica a los que leen EL MARCA y encumbran el futbol.

Hay religiones a miles y a millones, en las que sus adictos más que adeptos en cada cisma o variante, que, es por lo qué en síntesis nadie puede decirle matón a uno del equipo de casa sin ser apaleado. Nadie puede colarse en un desconcierto de Alejandro Sanz  y llamarles a él y los que escuchan pachangueros/murgueros sin ser apaleado. Nadie puede meterse en botellón y llamarles delincuentes sin ser apaleado. Nadie puede meterse en la procesión del santo a motivar escándalo sin ser apaleado. Nadie puede – ¡cuando sacerdote locuciona oficialmente desde los principios de cualquier religión – decir: eso no se ajusta a la verdad sin ser apaleado.

Vamos viendo claro que el hombre que no es totorota, que se le retuercen las tripas ante los gemidos gratulaciones de cantautor; igualitos a los de tortuga de Madagascar cuando siendo follada está/es. Las mentiras de politicucho. Qué el partido, arbitro, portero, balón de oro etc.  Nada le dicen, y sí le parece todo ello contagio de horrible enfermedad; por lo que se les debería tratar como apestados sin hacer falta para ello más de tres dedos de frente.

Resumiendo. Quiero decir  que todas las cosas del hombre y del mundo pasan por el impositivo, o imperativo del número. Basados en el mismo número se pide el Nobel para Ronaldo, y parece una extraordinaria idea. Se dice que Sanz o Serrat son dignos de la escala de Milán y el gentío dice amen encantado. Si se le da el premio de mejor orador a Mauricio y el de mejores alegadores/ras a Quevedo y Oramas, LA GENTE GRITARÁ ENTRE LLANTOS ¡¡¡VIVA CANARIAS!!!

Hay mucha gente pateando la cumbre para sacársela a orinar al pinzón y hay muchos más eco/infelices del señor, llorando de emoción por tan excelso y grandioso trabajo, ese, de pajarero. Se les llama eco por su cerebro vacío de razón y repleto de profundos barranquillos donde los ecos a miles ni se entienden ellos mismos. Ni lograrán jamás hacerse entender por cristiano nacido (por ser su cerebro una cámara bacía de ecos que van y vienen de un lado a otro de la cabeza descargados de contenido. Esa es la fortuna de canarias. ¡¡¡Lo poquito que se coma aquí para no morir, no se conseguirá trabajando!!! ¡¡Trabajo aquí no hay!! BURRO ECHADO, MUCHA “JAMBRE” AGUANTA. “afortunadamente” aquí se puede trasnochar, que al no haber trabajo “ninguno”, al haber sido enfermo—dependientes de una sola fuente de trabajo, ya seca, nos podemos levantar a media mañana cuando el sol está en plano perfecto para calentarnos el culo en las playas, y, ¡¡¡QUE VENGA DIOS A “VESLOS”!!!

Y ahora subiendo el repecho intelectual, que  lo es abrochar y dar cobijo de identidad a lo anteriormente dicho, digo la perogrullada: todo no es por algo, todo es por todo y ese todo no se puede encontrar donde está, como está y porqué está. Cuando algo de lo dicho aunque sea se atisba, ya es un avance tremendo; ya se puede empezar a decir de los lúcidos que han avisado y los óptimos en esa materia y toda materia constitutiva del caos. Hasta lo mas simple es un amasijo tal hasta que no llega –y lo arregla– el que dice: ¡pero si esto es muy fáci!l

Yo tenía un familiar el cual estaba muy bien relacionado con la camarilla del pueblo. Cuando fue llamado por el destino y demás amigotes a hacer política vio los cielos abiertos, y, al grito de: ¡¡¡ESTA TETA ES MIA!!!, a lo fraga pero a lo bestia, ni dormía pegando carteles. Llegó el primer mitin. Cuando se vio frente a la grey femenina que él había cortejado una a una y ante la masculina que él había atendido de “amistad” y de artísticas manipulaciones, risueñas mañas, alegres chistes y no pequeñas timbas de jarana y timple—cuando los vio a todos juntos le cogió un repelús y tal pavor escénico que se tupió, la frescura del rostro coloreado por las copas que tomó en la sede del partido mudó a los tintes cadavéricos y a la palidez de los sepulcros, por ese desorden no pudo articular una sola palabra. Se dice que se meó en los pantalones, y como el escenario estaba junto al platanar que llegaba a la misma plaza del pueblo, en él por más rapidez y comodidad inexcusable y perentoria desapareció a botar para afuera toda la materia que consiguió en caritas, nunca merecida siempre conquistada de la necesidad política en la urna que los políticos compran a base de arroz sancochado y sin sancochar, fideos y macarrones.

Se cuenta de ese familiar mío (gran político de nacimiento por su instinto de sobrevivencia y de tal cobardía para trabajar. Era nato para presidencia o, mínimo alcaldía) qué, donde no pagaba el más pintado, no pagaba nadie, él siempre le endiñaba la cuenta a otro ¡¡¡baya saber no estar caballero!!!

Bien, todavía no he dicho nada de qué va esto. Seré muy breve para que se me pueda soportar. Y porque no se me señala el camino, porque naturaleza no me regaló la oratoria  y menos el acecho para ponerme en formación a escuchar las sabias ordenes. Si a algo llegara esto sería a hacer ver que a salvo no hay nada, por eso, todo, todo está guardado y solo a veces a buen recaudo.

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