La Agricultura
Por: Pedro Domínguez Herrera |
Desde siempre, la agria-cultura ha sido la solución de los
problemas básicos de la sustentación económica, que se le presentan a la humanidad, los de posguerra,
el inicio de un país que se independiza… y como el de ahora, por la burbuja inmobiliaria, que ha propiciado el exceso de dinero documentado en
pagarés; no avaladas las deudas por oro, como se hacia antes, ahora se comercia
con aval de papel y cada valor se repite, creando varias obligaciones para un mismo asunto, por lo que
los deudores valiéndose de estos embrollos podrían suspender o aplazar el pago,
lo que genera el temor y egoísmo
desaforado, de los que con su capital
privado, han sustentado las veleidades de los gobiernos en el gasto. Ahora
quieren asegurar su dinero, de ahí la prima de riesgo. Parece que me salgo del
tema pero es muy importante para mi, y para trasmitir pensando y escribiendo,
lo que sale del subconsciente, para
aseverar primeramente, que, “yo que no soy docto en el tejemaneje de la
economía”.Otro punto importante, es el drama de esos cinco millones de
españoles al paro; cuanto dolor, el sufrimiento de los niños, la desnutrición;
mejor no seguir por estos derroteros que producen tristeza, desaliento y
llanto…Volvemos después de este paréntesis, que creía necesario, a la
agricultura, si el estado invirtiera más en este apartado de la economía, nunca
mejor dicho, pronto se verían los frutos. Hay que producir mas aceite, mas
jamón, frutas, papas, vinos, harinas,
carnes, huevos … Hay que ser competitivos con Francia, Italia e otros. Un país
con cinco millones de parados y con un agro de los mas importantes de Europa,
no puede en estos momentos, estar importando papas de Chipre o manzanas de
Chile…Por eso de equilibrar la balanza comercial, ya habrá tiempo para
resarcirlos. Aumentando la producción subvencionada, para no perjudicar más a
la agricultura de oficio, que es lo que se ha hecho hasta ahora. Bajaría el
coste en alimentación de las familias,
sería de gran ayuda a los más necesitados y los diecisiete millones de
españoles que tienen trabajo, tendrían dinero para gastar en lo que no es de
vital necesidad, con lo que la economía empezaría a crecer y muchos parados de
la construcción pasarían a la agricultura. Lo que es un despropósito es que un país eminentemente agrícola traiga
frutas del extranjero y otros productos hortofrutícolas. La agricultura mueve el transporte, los
mercados, los cafetines… Potenciando la agricultura se crearían muchos puestos
de trabajo, indirectos e indirectos. Si
se bajase el paro hasta dos millones como en los noventa el país podría
soportarlos. Antes de empezar esta economía que impera hoy, primero era la agricultura y la mano de
obra que sobraba, era para construcción, ahora es al revés, así nos va. Seria
una solución invertir en campo, “con los pies en la tierra “ a corto plazo se verían los resultados, lo que
dura una cosecha.
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