Asuntos putrefactos

Por Antonio Domínguez
Hablo un poco de agricultura porque sé mucho de ella y no es cuestión de hablar de alguien desaparecido, que, ni se sabe dónde está. En mis múltiples facetas, en mi juventud fui socio de una cooperativa agrícola exportadora de papas a Liverpool. yo no era agricultor pero me uní y conseguí unos terrenos prestados y producía por encima de los cincuenta mil quilos. El régimen interno de la cooperativa lo sabía la junta directiva con sus vocales y su gobierno. En mi caso a pesar de que eran gente muy seria y honesta, cuando me daban aquellos sacos de tierra devenida desprendida de mi cosecha en el trasiego por las cintas calibradoras o las taras, no podía evitar pensar mal de gente con su buen y bien hacer más que demostrado.
Ahora yo, conociendo a fondo en lo que se puede convertir una cooperativa me pregunto: ¿porqué  siguen los gobiernos y cabildos diciendo a los agricultores (como siempre) que arreglen por su cuenta el desaguisado – se corporativicen- y que produzcan más calidad? Cuando son ellos los responsables de meterse a separar la pelea?  Al frente de las cooperativas se ponen los avispados intermediarios y robarán más a placer que teniendo que ir a media noche a cargar el camión para estar en el mercado de madrugada. ¿ES QUE NO PIENSAN ECHARLE UNA MANO A LABRADOR?
Seguro, segurito,   que quieren dejar desmantelar los rescoldos y restos de un agro que fue hoguera de san Juan san Pedro o san Antonio con sus voladores y todo; se comprende porque lo de las tasas europeas sigue en pie; porque solo estamos empezando los doscientos años que nos hacen falta para ser socios de pleno derecho y dar puñetes en las mesas de negociación después de blasfemar como los hombres. Porque sí no, la solución es muy fácil: intervenir los precios de hoy para mañana decir por internet los precios del día siguiente cuando ya sabe todo el mundo que el sesenta por ciento es para el que produce, el veinte es para el intermediario y el veinte es para el detallista. Y se acabaron los intermediarios analfabetos funcionales con tandas de pisos plazas de garaje codeándose con coches y asistencia a restaurantes, mientras al labrador “con el culo al aire” se le siguen como siempre mandando a cooperativizarse y a que produzca calidad y no solo se le roba en la cooperativa sino en la degustación de su/la calidad que produce, porque no se la pagan. El político está para arreglar este problema y no queda y reside desinhibido mirando para otro lado. No puede meter veinte lobos y tres leones machos en gran nave vacía y tirarles un baifo cada tres días para que coman. No hay que ser un hacha para saber que solo quedará un león vivo; que comprará apartamentos y edificios, con más facilidad y poder que los que trafican con droga. Así no puede ser. Los problemas hay que intervenirlos. No se pueden dejar asuntos al albur y al pairo confiando que se reconduzcan solos. No se puede tener la cara especial de decir que <> ¿porqué no se dice semejante dislate en campaña electoral?. ¿La culpa?: es de un gomero que cual Coloso de Rodas nos metió dos presidentes, uno en el cabildo y otro en canarias, que no roturan y asurcan, ni en todos lados dejan roturar y asurcar. Están dedicados al pájaro azul, plantíos para los cuales tienen hasta una empresa; caso omiso al soto bosque: zarzas y malezas que al año se recuperan totalmente. Se puede afirmar sin peligro de ser procesado que están aportando en pro del próximo incendio, como el chiquillo mocoso y zoquete que lleva a un punto todo lo inflamable que encuentra, todos los días, durante un mes de antelación de la hoguera al santo. 
Ojalá y se llevara a cabo la idea que dio un tal Lujan. La de hacer todas las cuevas depósitos de agua para apagar incendios. ¿Por qué me gusta la idea? Bien, porque el día que vengan ¡¡¡porque tienen que venir!!! Mandatarios con hombría, ya tendremos esa agua depositada para regar papas, gofio, forrajes y cereal, y, con una isla roturada al total no hará falta agua para apagar; haya miedo a que se incendie por más de veinte minutos lo que se extinguirá con diez meadas echadas al mismo tiempo.
No se puede poner el grito en el cielo porque un lacerado trabajador cobra mil euros merced a que se le amarran las manos al campesino; para que se revuelquen en los placeres los intermediarios comerciales. Debería de caérseles la cara de vergüenza cuando se dirigen de mentirosa palabra a los campesinos. Siempre fueron y son unos bandidos gamberros los señores de los castillos, como diría Báez. ¡¡¡Trabajen coño, vivan y solucionen los problemas del pobre desgraciado!!!
En canarias no hay ganadería no sigan diciendo que abastecemos de queso a todos los continentes menos a Asia LA PROVINCIA DIARIO DE LAS PALMAS 9 DE FEBRERO DE 2020. ¿Es que se puede decir al mismo tiempo la barbaridad de que somos un paisaje rural frágil que puede irse al traste si no garantizamos la pervivencia? No hay paisaje agrario/ganadero ¿de dónde caray sacan esos millones de litro para las miles de toneladas? ¿Es que se puede decir sin carbonización del rostro que Canarias se come el mundo a lascas? Ustedes se han creído que somos descerebrados cuando nos dicen que hemos de cuidar nuestra cabaña para no perder la cabra de la teta de oro, pero, ¡¡¡¡Qué cabaña, reconcio!!!!
Que cobren mil quinientos euros de sueldo los trabajadores del campo y que se le garantice al dueño de la explotación un sesenta por ciento del valor final del producto para que simplemente pueda dar de comer a sus trabajadores. Déjense de mentiras filibusteras y de dar consejos a quienes saben más que ustedes. ¿No se han preguntado nunca porqué no se corporativizan ni ellos ni nadie en España, si tan buenas son las cooperativas? Se está demostrando que los tontos y los vagos son ustedes. Ya no se actúa de oficio. Es el ciudadano en solitario el que tiene que arreglar “todo el papeleo”. Cada día es más efectivo el dicho: “Aguanta isleño cabrón, a trabajar sin alteración”

Comentarios

Antonio Domínguez ha dicho que…
ES EXTENSIÓN DE ASUNTOS PUTREFACTOS.
Hemos quedado ciertos que el liberalismo es dejar el curso natural de los acontecimientos desarrollarse libres sin intervencionismo. Pero el hombre es un ser racional que todo lo ha de tocar y reorientar, porque para eso está aquí mandado por Dios. Es el hombre el que ni puede ni debe permitir conductas viciadas desertoras de la equidad y de la exactitud para irse lejos de la razón civilizada que nos conviene a todos; aunque a algunos no les interesa.
Es liberal en interés de la liberalidad general, intervenir el mercado en aspectos muy puntuales (nunca generales) para mantener a raya a los tragones; prellenándoles con el balón intragástrico del orden constituido, llevando las cosas a su lugar descanso. Todo esto es, que tiene más derecho a tener un apartamento en el sur, o, un Mercedes el que trabaja, que el que roba.
El liberalismo bien entendido no es un cachondeo que aprovechan los hijos del señor para comer ellos y dejar a sus hermanos en la cuneta. Es un ponerse en huida, tanto del comunismo como del fascismo, y para eso hay que intervenir cuando es estrictamente necesario. Hay tongas de nacionalcatolicistas (con antiguo pecado oculto en secreto que si se lo dicen al cura cae tieso pá tras) “liberales” que, mientras que están encima son lo que haga falta ser, pero, en cuanto le dicen: ponte debajo que ahora me toca a mí, gritan desgarradoramente: ¡¡¡COMUNISTA!!!
A la prensa mentirosa le digo: no atemoricen al personal diciendo que van a subir los precios, cuando se trata de bajarlos o de darle al agricultor lo suyo para que pueda emplear en el campo. Ponerse frente al salteador de caminos que se lleva todo el dinero por la comercialización rufiana, ratera y mafiosa no es obstruccionismo, intervencionismo ni comunismo ni fascismo, es, liberalismo real; no libertario.
Mil quinientos euros para el campo, la mina y la mar, que sí que son trabajos para la hombría de verdad, lo demás son todos empleos más o menos laxos. La palabra trabajo, choteada por las descuidadas formas de hablar, no significa empleo, es algo duro y muy serio.
Antonio Domínguez ha dicho que…
UN CHICO DE ARUCAS…
Porque grande no es en ningún sentido, copió a un antecesor: Paulino también chico, que dijo: “EL CAMPO NO PUEDE SER” sin más explicaciones ningunas apostaba por borrar la pizarra casi al tiempo que la escribía. Ahora el apostante de Arucas, también rapidísimo borrador de pizarras, nos dice que los precios no se pueden fijar, y, como también ama el ahorro prudente de lenguaje como a tesoro que a nadie quiere mostrar por si acaso se lo disputen o copien, no aclarándose nos obliga a entrar en especulación. Digo yo, que si se le diera el sesenta por ciento al que produce, el diez al que especula y el diez al que detalla habría que cerrar las pequeñas fruterías verdulerías. No tendrían el margen sesenta o el chenta que tienen ahora si compran directos. ¿Ese es el motivo de no poder fijar los precios?
No se puede tener toda la laboriosidad y esfuerzo a veces sobrehumano de una isla o país a la eventualidad riesgo de mantener pequeños negocios que se pueden enviar fácil a los parámetros de vendedores de gominolas, pirulines, jamón cortado y saltapericos- los pequeños comerciantes no son ni barberos ni albañiles, no les hace falta siquiera ser licenciados. Cualquier persona limpia de formación oficial y roma de información intelectual puede poner mostrador y meterse detrás “enterrado” en frutas y verduras mientras con ello pueda atender su familia. Con solo cambiar a otras mercancías más gananciosas – en caso que el político hiciera caso y decidiera dar pequeño hálito de vida al labrador para que coja resuello- arreglará su problema y cooperará a que el campesino pueda medianamente vivir.
En este mundo tenemos lo que tenemos no hay lo que no hay; nuestro mundo es el mundo y nada es por huevos, es por lo que es, tiene y tendrá que ser. Ningún presidente puede agarrar a los sectores que para su lujuria no le interesen a favor de que les pegue el único que a él le interesa porque le deviene placeres y bienestar dinerario. Un presidente no es para crearse jardines colgantes y para desplazarse en ellos con alitas en el culo. Está “para colgar” a todo desviado pro-arboleda que ajardine en zona cultivable.

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