El dinero y la Religión

Por Luis C. García Correa
El dinero es el invento humano que facilita las transacciones: en lugar de intercambiar cosas, entregamos cosas por dinero.
El dinero es una necesidad en la sociedad actual.
El dinero es un medio, nunca un fin.
Los poderes perversos son aquellos cuya meta y fin es ganar dinero y poder, a costa de lo que sea, incluso de la autodestrucción. Lo que parece una aberración es una realidad aterradora y mortal.
Los poderes perversos son los grandes aliados del mal.
Hay poderes perversos de todos los tamaños, y de todos los géneros y actividades.
El dinero es un medio, no un fin. Quien no lo tiene claro vivirá atormentado, porque para el dinero no hay final posible.
La Religión es un medio, y debe ser un fin, para poder vivir en libertad y gozar de la felicidad terrenal y luego la felicidad eterna.
¿Hay Religiones que protegen el dinero?
¿Se puede proteger el dinero en nombre de Dios?
“¡Tanto tienes, tanto vales!” Esta frase ¿es verdad? Si lo es, eso significa que el mal se ha aprovechado del incauto que ha caído en sus redes: porque el dinero es el medio del que se aprovecha el mal para someter, dañar y esclavizar.
¿Hay Religiones que protegen el dinero? Espero que no.
El dinero está aceptado y se utiliza como medio de pago. Como medio, no como fin.
Quién concede al dinero el valor de fin está en el camino del mal, y será arrastrado para convertirse en un poder perverso.
¿Hay dirigentes de Religiones que confunden y actúan utilizando el dinero como fin y no como medio? Espero que no.
¿Una Religión puede recibir dinero ilícito? ¿Quién, quienes serían los culpables?
Dios venga y se apiade de nosotros si alguna Religión está sometida al dinero.
El dinero y la Religión son dos cosas muy distintas. El dinero puede llegar a condenar. La Religión salva.
“¡El dinero es un medio pero jamás un fin!

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