Brillante acto de la presentación del nuevo libro de Pepe Mujica

Fotografías: Armando Hernández

Esta noche presentó Pepe Juan Mujica su último libro en nuestra Casa de la Cultura de Tamaraceite arropado por multitud de amigos y conocidos de su pueblo. El libro fue presentado por el profesor y periodista José Manuel Balbuena, hijo del añorado Don Manuel Balbuena, el que fuera primer director del Adán del Castillo. Asimismo le acompañaron en la mesa Juan Alberto Díaz, artista de nuestro pueblo y cuya portada es de una de sus pinturas, así como Doña Carmen Guerra concejala del Distrito. Muchas felicidades a Pepe por esta nueva criatura. Les dejamos con las últimas palabras que pronunció Pepe en este acto y las  imágenes del mismo.

…y finalmente me queda por dar  las gracias a todos, amigas y amigos que han tenido la gentileza de venir a acompañarme en este, para mí, emotivo acto. Quiero decir unas pocas palabras que intentarán dejar traslucir el significado más puro de lo que creo explica la presencia, esta noche, de cada uno de nosotros. Éste que vivimos es un evento cultural en el que, de una forma u otra, participamos con una pasión sosegada y con un cálido respeto. La cultura es como un gigantesco monolito que, piedra a piedra, no ha dejado nunca de crecer desde el confín de los tiempos. Con el paso de los siglos el ser humano ha ido montando esa estructura valiéndose del esfuerzo de un sinfín de hombres y mujeres que la han consolidado como una roca hermosa y multiforme en la que se subliman innumerables troquelados artísticos, bellísimos mosaicos e incluso un dosel ornamentado de sobresaliente orfebrería. Así quiero describir, de forma metafórica, una idealizada pirámide que representa el arte y la cultura, en cuya base permanecen escondidas bajo el peso de los siglos, las primeras ideas urdidas en busca de la belleza, así como incontables reflexiones acerca de la misma. Hoy, todos nosotros en esta noche, le añadimos  un granito de arena con nuestra intervención y nuestra presencia. Una modesta y minúscula contribución, sí, pero que nos debe hacer sentir orgullosos de habernos vuelto a sumar a esa mole metafísica en la que, de forma natural y voluntaria, nos encontramos inmersos. La cultura podría ser algo así como la respiración del sentimiento; y el arte se antojaría como el desalojo de esa respiración hecha suspiros. Todos los presentes estamos manifestándolo ahora, posiblemente sin percatarnos de ello, y quien menos nos podría parecer puede ser capaz de exhalar esa magia haciendo uso de la razón y el pensamiento hasta poder dejarnos el alma admirada y conmovida.

   Por eso pienso que este acto es de todos, porque todos hemos venido hoy otra vez para repetir un gesto que, en su modestia, quedará fundido para siempre en ese colosal monumento inacabable.

Gracias otra vez y buenas noches a todos.

Tamaraceite, 12 de diciembre de2012