Mi despedida a Cristóbal Déniz

Por: Pedro Domínguez Herrera
No puedo decir que he tratado a Cristóbal Déniz, párroco de Tamaraceite, como para conocerlo personalmente, ni quiero contagiarme con la veleidad, como moda y reseña, siempre que se despide a un párroco por sus feligreses; pero el trato amable por su parte y la bondad que desprende, me han hecho ver que a esta persona le rindo admiración, no por el cargo, no por docto  que lo es, sino por dejarse querer, por ser uno más. 

Recuerdo el gesto que le agradecí y que dice mucho de su personalidad, cuando pasó por la puerta de la barbería acompañado del Obispo de Canarias y en un arranque de sencillez le hizo pasar para "presentarle a unos amigos".


Es de reconocer que si todo el pueblo de Tamaraceite está con él, le quiere y siente su marcha es porque es persona de valía.

Esta pequeña despedida tiene cabida porque no pude estar en acto de homenaje que se le hizo el pasado sábado.

Te felicito y te deseo lo mejor.

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