Los últimos saurios de Europa viven (o mejor, vivían) en Tamaraceite
Por: Esteban G. Santana Cabrera |
A propósito de un artículo que ha sacado el Canarias7 en el día de hoy sobre el hallazgo, la semana pasada, de cientos de lagartos gigantes en un solar de Tamaraceite, habiendo sorprendido hasta a los expertos en estos lacértidos por su gran tamaño, casi todos en torno a los 80 centímetros, quiero hacer una pequeña reflexión basada en este artículo.
Bien dice el citado artículo que los lagartos gigantes de Canarias están considerados los últimos grandes saurios de Europa sabiéndose de su existencia desde antes de la Conquista y además que los expertos creen que vivieron en todo el Archipiélago, aunque durante siglos se los dio por desaparecidos, excepto en Gran Canaria, donde su presencia ha sido permanente a lo largo de la historia y, lejos de reducirse, se ha extendido.
Pascual Calabuig, responsable del centro de recuperación de fauna silvestre de Gran Canaria, asegura en ese mismo artículo que los reptiles de Tamaraceite son «supergigantes», por su peso, su talla y por su mandíbula, que es «tremenda».
Desde pequeños, y hablo de mi experiencia, los chiquillos convivíamos con los lagartos gigantes, verdad es que haciendo muchas de las veces más de una trastada. Pero eran unos animales cotidianos, que la mayoría respetábamos, en nuestro entorno y que poco a poco el cemento se los ha ido comiendo. En los últimos tiempos eran centro de atención en dos solares de la Carretera General donde la gente venía de fuera solo a ver los lagartos y en más de una ocasión se paró alguna guagua para contemplar a tremendos bichos.
¡Y ahora resulta que era una especie única! ¿Por qué demontres no se leyeron nuestro blog antes de empezar las obras a ver si en vez de un centro comercial podríamos haber tenido el mayor lagartario de Europa? Porque bien que lo anunciábamos y denunciábamos hace tiempo NOTICIA 2009 e incluso proponíamos un lagartario en la zona, o que por lo menos lo limpiasen y adecentacen. ¡Pero como eso no interesa!
Como no interesa el Camino Viejo, ni las granjas, ni las charcas, ni la Montaña de San Gregorio, ni las palmeras, ni el barranco, ni la Mayordomía,... Pero ni a los que están ahora gobernando ni a los que estaban antes.¿Al final quién paga esto? Todos. Los políticos van y vienen y nosotros, los que vivimos y queremos esta tierra vamos viendo poco a poco como se transforma en otra cosa que nada tiene que ver con nuestra historia biológica.¡Triste pero cierto!
Comentarios
J.M Calderin
¡¡¡QUÉ PENA!!!
De acuerdo con Calderín.
Un abrazo y saludos.
Mency Marrero.